El día de hoy se cumple el aniversario desde la histórica votación que determinó el triunfo del No contra la opción Pinochetista. En el día de hoy parece ser aspecto no debatido en que se trató de un verdadero avance del país por el hecho de haber vuelto a un régimen democrático en que los ciudadanos volverían a transitar libremente por las calles, se restablecerían las libertades civiles y sería el pueblo el que escogiera a sus representantes.
Los candidatos presidenciales, desde diversas perspectivas, han analizado este acontecimiento. Se ha hablado de una voluntad política por cambiar las cosas, por una especie de pacto social encaminado a modificar el status quo impuesto por la Dictadura y diversas otras cosas.
Eso sí, muchos olvidan muchas cosas. Entre las muchas, podemos destacar diversos tópicos diferenciados:
- Los que hablan hoy de haber votado por el No. En este caso, sabemos que muchos de los que hay hoy en día en el comando de Sebastián Piñera y quienes de seguro serán sus asesores, trabajaron masivamente en los tiempos del Régimen Militar. Soy partidario ferviente de que todo aquel que haya participado en el sostenimiento de un gobierno que se dedicó a infringir derechos humanos de forma sistemática y constante sea eliminado del régimen democrático. Así, no sólo hablo de los militares, sino que de aquellos que, de cualquier forma, escondieron la verdad y se dedicaron a restringir derechos fundamentales de sus propios compatriotas.
- Se ha destacado el labor de la Concertación como motor fundamental de una transición que se ha conceptualizado como "exitosa", en términos en que ello es ampliamente debatido. En este sentido, podemos destacar el hecho de que la Concertación y conglomerado de diversas manifestaciones políticas que, sin duda alguna, no presentó un proyecto país con miras al futuro: se trató de una formació tendiente solamente a la salida de los militares del poder y el restablecimiento de la república democrática. Desde ahí en adelante, inclusive hasta hoy, estamos presentes de diversas manifestaciones de la improvisación que ocurrieron en dicho periodo.
- Finalmente, destacar que la transición, que hoy se ve como acaba, completa y exitosa, no es tal. Esta afirmación se basa en la vigencia hoy en día de diversas disposiciones que mantienen la tutela que ha mantenido el régimen militar sobre la democracia de la que habla en la actualidad. Así, normas como la Ley de Amnistía, aun vigente, la existencia en pleno s. XXI del Sistema Binominal, la Constitución Política de la República, el Sistema de Pensiones, el Sistema de Salud, entre otras, hablan de ligeras modificaciones que no han reformado sustancialmente aspecto que, a todas luces, han ayudado a que en nuestro país no podamos hablar de una verdadera democracia.
Así, lo que pretendo transmitir en estas líneas es de que lo que todos han dado por sentado, claramente no lo es. Los que hoy declaran con bombos y platillos a favor del triunfo del No, pese a que no es reprochable, nos muestran una estrategia electoral que no es útil a la hora de analizar lo que ha ocurrido en las últimas dos décadas, considerando especialmente el análisis histórico que se vendrá de cara al Bicentenario. De esta forma, a lo que llamo es a revisar a lo que los chilenos hemos llamado "transición de la democracia", de lo que aun debemos modificar que es indispensable y, principalmente, generar propuestas para enfrentar lo que aún no hemos hecho.
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