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¡Qué charcha es trabajar en cobranzas! Hemos sido testigos de una catástrofe cuyas dimensiones solamente puede dimensionar quienes han visto de cerca la devastación que dejó.
Han pasado varios días ya desde que ocurriera este enorme percance y las consecuencias que deja son horribles. La mayoría de la infraestructura céntrica talquina destruida o con serios daños, centenares de personas sin hogar ni trabajo, el transporte muy limitado. Inclusive aun podemos sentir las réplicas como suceden, aunque su intensidad es mínima.
Ahora, confieso que el terremoto me ha afectado profundamente. No lo digo desde la perspectiva personal, por cuanto ninguno de mis familiares ni amigos cercanos han perdido la vida, sino solamente algunos enseres. En el hogar perdimos únicamente vajilla y copas, nada de consideración; sin embargo, veo que la ciudad en que vivo se encuentra irreconocible y cuya recuperación sólo puede vislumbrarse a un largo plazo y después de muchos esfuerzos.
El retraso que sufrirá nuestra ciudad (y la región en general) será bastísimo. Ha desaparecido prácticamente todo el comercio en la ciudad, particularmente el local. Actualmente subsiste el comercio ambulante, con todos los problemas que trae consigo. Empresas neurálgicas de la zona como CELCO y CMPC han sufrido daños que quizás tarden en repararse. La agricultura ha sufrido los embates de la naturaleza desde hace rato: los factores climáticos anteriores al terremoto la habían afectado profundamente, particularmente las labores de cultivo y cosecha, sumado a las pérdidas que ha sufrido el sector vitivinícola…en fin, podemos enumerar miles de situaciones que provocarían la depresión colectiva.
No obstante, la mentalidad de los afectados ha sido diferente en estos últimos días. La moral de los ciudadanos se encontraba por los suelos, debido a las consecuencias propias del terremoto, como las profundas heridas generadas por los episodios de violencia derivados del saqueo y del pillaje. En este sentido, aunque todo el mundo sabe que aunque la campaña solidaria haya sido exitosa y recaudara el doble de lo propuesto, ella sirvió principalmente para elevar la moral de los afectados y la creación de un vínculo de unión y patriotismo, necesario en estos momentos para motivar a la población con miras a la reconstrucción.
Entonces, ¿por qué saco a colación a las cobranzas? Todos recibimos con cierto consuelo las facilidades que la banca y las entidades financieras han ofrecido a sus clientes/deudores de las zonas afectadas, las cuales se agradecen muchísimo. Mas, la realidad de todas las instituciones financieras no es la misma: desde el sector Cooperativas no se han dado señales claras de apoyo a sus socios deudores. Esto lo digo muy de cerca por pertenecer a una de ellas, la cual ha dado una ayuda muy leve para estos momentos (aunque sería injusto acusarla mucho por que se ha portado excelente con sus trabajadores). Sin embargo, me parece absolutamente inhumano iniciar las gestiones de cobranza judicial y extrajudicial en periodos como este en que las personas requieren de dinero para hacer las refacciones y construcciones requeridas, como el sustento básico que, de seguro se encarecerá en nuestras zonas debido a la escasez, el abastecimiento y, lamentablemente, de la especulación.
Esperemos a que las instituciones financieras esperen para hacer efectivas sus acreencias, particularmente en sede judicial: no creo que sea la voluntad de nadie embargar bienes de casas que se encuentran a punto de caer o que se encuentran en ruinas.
Comentarios
La ambición y el ansia de ganar dinero realmente no conocen límites. Se ve en casos como las famosas constructoras...
A mi igual me da una pena enorme ir al centro de Talca. De hecho ya no voy, lo evito porque andar por el centro y ver que ya nada es como antes me revuelve la guata y me hace aparecer la tristeza. Mal que mal, es mi ciudad natal, el destrozo más extremo que vi en el centro fue el incendio de unos cuantos locales hace unos años... Pero jamás, ni en pesadillas, se me ocurrió que lo vería como todos lo hemos visto desde ese 27 de febrero...
Saludos. Me gusta tu blog... Lo leeré!!!
Alma