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Consideraciones sobre Formato Medio I. Cuando el tamaño importa

Mamiya-Six
"En fotografía el tamaño sí importa". 
Frase habitual en varios sitios de internet en que se recomiendan cámaras, habla sobre la importancia del tamaño del soporte en fotografía: mientras más grande sea el sensor o el trozo de película expuesto, la fotografía debería ser "mejor" en términos de cantidad de información obtenida. 
En el mundo digital esas diferencias son claras cuando se comparan fotos provenientes de una cámara micro 4/3 (18 × 13,5 milímetros); una APS-C (23,6 x 15,8 ó 22,3 x 14,9, dependiendo del fabricante) o el denominado "full frame" (24x36mm, mal llamado 35mm) -y sin considerar que hay de menor tamaño, como los sensores de los smartphones o de las compactas de gama baja-. Este mal llamado "full frame", actualmente muy en boga por las cámaras que se fabrican con dicho sensor, en análogo constituyen la regla general. El paso universal o formato 135 es el "por defecto" o más común.
Existían formatos menores en la época del argéntico, el conocido 110, o las cámaras de medio cuadro las que utilizaban igualmente película 135 pero dividía el fotograma completo en dos -y duplicaba la cantidad de tomas por chasis-. Sin embargo y en una perspectiva histórica, este formato llegó a ser el estándar en fotografía cuando se produjo la miniaturización de las cámaras en la década del '30 del siglo pasado, gracias al salto de calidad conseguido en las ópticas de los fabricantes de cámaras (léase Leica y Contax). 
Conjuntamente con este estándar convivieron otros, que aunque son anteriores al paso universal han permanecido en un segundo plano producto de la masividad del 135, hablamos del gran formato y el formato medio, cuyo elemento característico es el tamaño de su "sensor", esto es, de la película fotosensible. Hablamos de fotografía en gran formato cuando la toma se hace a partir de placas (láminas de película) de un tamaño no inferior a 4x5 pulgadas (10.1 x 12.7cm en nuestro sistema métrico), siendo esta medida la más común, conjuntamente con el 8x10 pulgadas. El formato medio a su vez también lo define su tamaño, el cual viene dado por la película que se comercializa con ellos, y que mide 6cm al menos en uno de sus lados y que se comercializa en rollos conocidos como 120 o 220, dependiendo de la longitud de la película (la cantidad de fotos que pueden hacerse en dicho rollo). La variación del tamaño del soporte obviamente acarrea cuestiones diferenciables obvias: tamaño y construcción de las cámaras, construcción de los objetivos que montan y un largo etcétera.
Sin embargo, aparte de estas obvias consecuencias, el aumento del soporte también apareja otros importantes efectos respecto a la imagen obtenida: la resolución de la toma y la proporción de la imagen. En términos generales, al aumentar el soporte, la imagen debiera ser mejor ya que hay más espacio para captar detalles de la toma, comparando la misma escena pero con un formato más pequeño. Esta mayor información captada se debe a que en la resolución de la imagen (que para estos efectos lo tomaremos como la cantidad de detalle percibido por el soporte) influye no sólo la calidad del sensor o película fotográfica, sino que además la calidad del objetivo utilizado (la variable óptica) y el procesado del negativo obtenido (sea a través del software o mediante el revelado de la película expuesta). 
Sin perjuicio de ello, es preciso detenerse en este punto. En materia argéntica, el aumento del tamaño de la película a utilizar debe ser un factor a considerar de modo importante. Lo veremos a continuación.
Mamiya-Six

La conformación de la película.

La película fotográfica está constituida por millares de particulas sensibles a la luz (haluros de plata). El tamaño de estas particulas es lo que determina la sensibilidad de la película, es decir, la cantidad de luz que requiere para exponerse correctamente. Así, las películas fueron clasificadas por un número que hacía referencia a la capacidad que tiene de captar luz (sistemas ASA, ISO, DIN, GOST). Así, una película de baja sensibilidad (ISO 25) tenía haluros de plata más pequeños que una de alta sensibilidad (ISO 400), lo que determinaba igualmente la cantidad de grano que tendría el resultado final -es decir, la posibilidad de que esas partículas fueran visibles después del revelado-. En su época, el grano se percibía como un elemento negativo de la imagen, por cuanto les restaba "calidad" en términos de resolución: estos haluros de plata eran visibles al ojo humano al obtener una ampliación no tan grande del negativo. Con el correr de los años, las películas fueron mucho más sensibles que las anteriores gracias a la investigación y desarrollo de los fabricantes, por lo que una película de ISO 400 en la década del sesenta era igual de sensible que una en la actualidad, pero su grano más notorio que el de ahora.
De ahí que salte a la vista entonces la influencia que tendrá el aumento del soporte en la obtención de la imagen: ante el mismo fabricante de película y a la misma sensibilidad, habrá diferencias fácilmente perceptibles respecto a si se usa un fotograma más grande o uno más pequeño. En síntesis y para ejemplificar, una película Ilford HP5 tendrá la misma composición ya sea si está en una formato 120 0 en 135, pero deberíamos percibir un grano mucho menor si comparamos un negativo de 6x6cm que otro de 24x36mm*. 
* Para este párrafo se ha usado la expresión genérica "grano" que es como considero que es más apropiado aprender el punto. No obstante, existe una diferencia entre el grano de conformación de la película y el percibido: hablamos de granularidad y granulosidad. Ver aquí para más detalles. 

Respecto a la profundidad de campo.

Agfa B2 Speedex

En la mayoría de los sitios de internet se aborda esta materia respecto al denominado "factor de recorte". En sencillo, si tenemos una cámara de paso universal o 135 y contamos con un objetivo 50mm, si quisieramos contar con un objetivo que tuviera similares características que dicho lente pero para un soporte más grande -con similar me refiero a un ángulo de visión parecido-, por ejemplo, un negativo de 6x6, se requiere una focal de 80mm. Lo anterior es un dato cierto pero engañoso, puesto que sólo nos servirá para saber cuál objetivo necesitamos en formato medio si queremos obtener un simil de un 28mm en 135 (y que, adelanto, será un 45mm). 
Sin embargo, no es posible utilizar un lente diseñado para paso universal en formato medio y la explicación es bien sencilla. La construcción de estos objetivos forman una imagen circular que, luego, es cortada por los lados del soporte, por lo que al usarlos en un forrmato más grande respecto del que han sido diseñado, se formará una imagen pero sólo aparecerá un círculo en el centro (o un óvalo) y las esquinas ennenegrecidas, fenómeno conocido como "viñeteo". En cambio, sí es posible montar objetivos diseñados para cámaras de formato medio en otras de paso universal, pero la distancia efectiva, en virtud del tamaño del soporte, será más alta que la que indica el propio objetivo. Sabemos que el 80mm en formato medio es "equivalente" al 50mm en paso universal, pero ese mismo 80mm montado en una cámara 135 tendrá una distancia focal efectiva de casi 130mm (el factor de recorte será entonces de 0,62).
Mamiya-Six
Ahora bien, lo que trato de apuntar con estos cálculos no dice relación con el factor de recorte ni las equivalencias entre uno y otro, sino en los efectos que se produce de usar uno u otro sistema, y aquí es donde entra en juego la profundidad de campo (PDC). Recordemos que la profundidad de campo dice relación con el espacio que existe en la foto y que se ve enfocado, sea delante o atrás del sujeto fotografiado. A mayor profundidad de campo, más espacio habrá nítido en la foto; a menor PDC, ese espacio será menor. La profundidad de campo en fotografía es muy importante en términos compositivos, por cuanto define los aspectos que nos interesa ver nítido en una foto; además, tiene una variable estética considerable ya que en aquellos casos en que la PDC es escasa, la parte no enfocada se ve difuminada, lo que da origen al famoso y buscado bokeh -aunque no es sólo este criterio el que lo define, interviniendo la construcción óptica del objetivo y la conformación de su diafragma-. Las fotos con poca PDC se utilizan principalmente en retratos o en los casos en que se necesita aislar el sujeto fotografiado; por el contrario, las fotografías con gran PDC se requieren principalmente en paisajes y en fotografía callejera. 
La PDC no se definirá únicamente por el tamaño del sensor, ya que influirán igualmente la distancia existente entre el sujeto fotografiado y la cámara; como la apertura del diafragma utilizado en la toma. Así, entre menor sea la distancia entre el sujeto y la cámara, menor será la PDC. Del mismo modo, entre menor sea la apertura del diafragma utilizado (un número f más bajo) se obtendrá igual una PDC menor. 
Como adelantamos, a mayor negativo o sensor, menor será la profundidad de campo. Así, si suponemos que en una fotografía en que utilizaremos paso universal y formato medio (por ejemplo, un 50mm en paso universal y un 80mm en 6x6), y manteniendo constante la distancia entre cámara y sujeto y el diafragma entre ambas tomas, la PDC de la toma en formato medio será menor que la de 135. 
Veámoslo en matemáticas puras. El supuesto es: un sujeto que está a 5 metros de distancia de la cámara, se tomará una foto con un 50mm en 135 y otra con un 80mm en una cámara 6x6, ambas con película de la misma sensibilidad. El diafragma utilizado será de f/8. La primera foto comenzará estar enfocada a los 3.54 metros desde la cámara y al sujeto, y se verá enfocada hasta los 8.49 metros. Por ende, la distancia total enfocada (PDC) será de 4.95 metros. La segunda foto, en cambio, se verá nítida a partir de 3.87 metros y estará así hasta los 7.06, siendo la PDC total de 3,20 metros. Sustancialmente inferior.
Lo anterior no es importante sólo porque sea "más fácil" conseguir el desenfoque del fondo en formato medio, sino que además las fotografías obtenidas en negativos más grandes producen una sensación de tridimensionalidad mucho mayor que la ofrecida por el paso universal: es el denominado efecto 3D.
Mamiya-Six

El formato medio y la relación de aspecto (ratio aspect).

Existe un montón de información en la red sobre formato medio y en español, tales como cámaras, objetivos, revelado, ampliaciones, etc., gracias al foro formatomedio.eu. Es muy descriptivo el artículo que recibe al primer visitante, llamado "Introducción al formato medio", en el cual, de forma muy concisa y amena, se repasan los aspectos más relevantes de entrada al formato. No sólo es útil para esto, sino que es referencia para casi todos los procesos argénticos y una buena ayuda cuando existen dudas. Quien se inicie en este mundo y si lee estas líneas sin haber leido el link anterior, no puedo más que decirle que comience por allá.
En este mismo post se ha indicado que en formato medio la relación de aspecto no es fija como en 135 (cuyo negativo expuesto tiene una relación de aspecto de 3:2, salvo excepciones*), sino que depende de la cámara que se quiera utilizar, habiendo algunas en que puede haber más de uno. La relación de aspecto no sólo es importante por la extensión de los lados del fotograma, sino que determina la composición de la foto. En formato medio, como bien se dice en el artículo introductorio, las relaciones de aspecto pueden ser iguales a las de un negativo 135 (en el 6x9); en el 6x4.5 igualmente rectangular pero menos acusado (4:3); derechamente cuadrado (1:1) o en el conocido 6x7. De los más extremos, el 6x6 y el 6x7 son los más complejos de afrontar en términos compositivos: la forma en que se distribuyen los elementos de una toma cambia al usar un formato cuadrado de otro que no lo es, por lo que la "geometría" de las cosas cambia. El 6x7 mantiene igualmente la rectangularidad, pero no es de tal magnitud como el 3:2, teniendo un poco de ambos: no es completamente rectangular, pero tampoco es cuadrado.
Minolta Autocord
Sin duda ha sido "Instagram" quien ha puesto nuevamente al frente al formato cuadrado. Debido a la facilidad de hacer recortes en digital, la relación de aspecto de una imagen puede cambiar en cualquier momento y de seguro que su popularidad actual derivó porque, imagino, no estábamos acostumbrados a ver fotos cuadradas. Aunque el formato cuadrado tiene una larga tradición, recién ha tenido un "revival" a propósito de la red social. En formato medio, sin embargo, a nadie le extraña ver una foto cuadrada e incluso muchas veces se utiliza este formato para indicar que es su elemento característico. La mayoría de las cámaras icónicas del formato medio cuentan con esa relación de aspecto y, por ende, pareciera  que el sistema invita a que se dispare con ella.
En cuanto al formato 6x7, es un poco más extraño. Ampliameente conocido por cámaras también emblemáticas (Pentax 6x7; Plaubel Makina; Mamiya RB67), en muchos sitios se le reconoce como un formato más amigable para componer. No es de extrañar que varias de estas cámaras se utilizaren en estudios y fotografía social. 
* La Hasselblad Xpan produce negativos de 24x65mm; la Tenax y otras variantes producían fotogramas de 24x24mm).

El objetivo de este post.

Quise comenzar esta entrada con la intención de que fuera mi primera reseña sobre una cámara de formato medio y, por el camino, terminó siendo un mamotreto sobre "consecuencias no tan obvias" del formato medio. 
Minolta Autocord
Finalmente, este post más que una introducción, se ha convertido en una justificación de porqué disparo en formato medio: mis fotos sin duda son "mejores" que las símiles en paso universal y no ha sido precisamente porque le ponga más cariño a unas y a otras. Incluso poca influencia han tenido las consideraciones técnicas que he indicado más arriba: con el poco cuidado que pongo en conseguir lindos desenfoques, por la sola utilización del formato consigo fotos con más aire o espacio. Con esto quiero decir, claramente, que las ventajas que pueden deducirse y que expuse anteriormente, se obtienen por el mero hecho de usarlo, sin nada más. Este mismo post está hecho con fotografías en formato medio que no he querido subir a la red y que, por ende, están descartadas. No las pongo aquí porque me gusten especialmente, sino porque considero que son "mejores" que varias de mis fotos utilizando 135, verán que muchas no tienen mérito, pero sirven para ejemplificar lo que he pretendido en estas líneas.
En los sitios en que se habla de la fotografía argéntica, invariablemente se dice que el análogo es más lento debido a que "obliga" a estar más seguros respecto de la toma, debido a que sólo la comprobaremos en el revelado. Es un sistema poco amigable con el error, cuando uno se da cuente de él no hay vuelta atras. En formato medio, lo anterior se amplifica. La mayoría de la película que circula en estos días es en formato 120 y que permitirá entre 8 y 16 fotos por rollo dependiendo del tamaño de negativo a obtener (relación de aspecto), por ende, el error cuesta caro. Del mismo modo, las cámaras son necesariamente más aparatosas y por ello, obliga a prestar mayor atención a los detalles.
El formato medio difiere de la fotografía "normal" en lo que respecta a la cámara y sus ópticas, y en cuando corresponde en la composición cuando se utilizan relaciones de aspecto distintas al clásico 3:2, pero en teoría no modifica mucho la forma en que se dispara. La relación sigue siendo sensibilidad (ISO), apertura (diagrafma) y velocidad (obturador) y los controles son prácticamente los mismos que en otras cámaras. El revelado del negativo sigue siendo igual, sólo que, para quienes lo hacemos principalmente en blanco y negro y en casa, pide unas especificaciones determinadas para utilizar película de este tamaño, por lo que se requiere de un tanque de revelado que permita utilizar película 120.
Estoy usando formato medio desde hace de cinco años y un poco más, y lo hago conjuntamente con paso universal en análogo. Hace un tiempo dejé definitivamente el digital por lo que a grandes rasgos conozco los beneficios y defectos de cada uno, comparativamente hablando. Durante estos años he podido reunir unas pocas cámaras, las que mediante una investigación previa y bastante paciencia, no han tenido valores altos, las que además han cubierto todas mis expectativas, considerando que no me dedico profesionalmente a esto. En formato medio he utilizado distintos tipos de películas (blanco y negro, color y diapositiva; sensibilidades del ISO 25 al 3200, frescas y caducadas) y he probado el uso de estas cámaras en distintas situaciones (domésticas, de viajes, paisajes, calle, etc.) y lo único que puedo decir es que existe una enorme variedad de material afuera que no es excluyente en cuanto a precio y puede satisfacer las necesidades de cualquiera.
Las ventajas son tan grandes que no existe mucha razón para no dar el salto y probar. Pretendo en entradas posteriores alejarme un poco de la perspectiva teórica, hablando ya más detalladamente de la Minolta Autocord* y con ello mostrando resultados y experiencia.
* Entrada disponible en el enlace.





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