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1. Contexto histórico.
En la
reseña anterior hice referencia al cambio que significó en su momento el paso
por parte de Canon de la montura de sus objetivos FD al EOS, iniciando asimismo
un sistema que hasta el día de hoy perdura. Para profundizar un poco más, en
1989, fecha en la que se presentó la Canon EOS-1, aún permanecía en producción
la Canon New F-1 (fue descontinuada en 1994) y presumiblemente la Canon T90 (introducida en 1986, no encontré datos sobre el término de
producción, aunque fundadamente creo que sobrepasó la década del noventa), sin
contar otras cámaras que usaban dicha montura y que fueron muy populares en la década del ’70 y
’80, como ejemplos la Canon AE-1 (hasta 1984), Canon
A-1 (hasta 1985) y las de la serie T. Por ende, el nuevo sistema iniciado por
la compañía con la EOS 650 en 1987 sólo llevaba un par de años de desarrollo,
mientras que el anterior había alcanzado su madurez -y probablemente en ese momento se constataran sus limitaciones-. Sin duda alguna que la decisión del cambio no estuvo motivada por la
ausencia de calidad óptica del sistema FD, sino que por el
desarrollo que otras compañías tuvieron desde mediados de los ochenta en materia de autofoco: La Minolta Maxxum/Dynax 7000 como
la primera cámara SLR autofoco del mundo, y el mote de ser la
primera cámara profesional autofoco
–entre otras virtudes- que detenta la Nikon F4, sin perjuicio de varios casos adicionales. Aunque Canon ya había intentado
insertarse en la nueva corriente del foco automático con la Canon T80 con sus lentes especiales diseñados con ese objeto, no fue sino hasta la EOS 650
cuando comenzó en serio.
La EOS 650
es la primera que introduce el Electro-Optical System (EOS), sin compatibilidad
para la montura FD, introduciendo la montura llamada
“EF”. Desaparece el anillo del diafragma para ser controlado, al igual que el
foco, por motores eléctricos e introduciendo un microprocesador y sensor BASIS
desarrollado por la compañía. Dos meses después de su estreno, aparece
la EOS 620 que incluye algunas mejoras como un obturador más
rápido, adición de opciones de bracketing y
multiexposiciones, la
incorporación de un
iluminador de la pantalla LCD y más opciones de exposición automáticas. Luego, los modelos para masas EOS 750-750QD y 850-850QD y
la más desarrollada EOS 630 de 1989
(versión mejorada de
la 620 que cuenta con un AF más rápido, medición puntual del
6,5% y mejor disparo en ráfaga), dieron paso, ese
mismo año, a la primera cámara profesional de la serie, la Canon EOS-1.
Imagen proporcionada por mir.my |
Por último, cabe
señalar que el mercado profesional de cámaras profesionales estaba
absolutamente copado por las Nikon de su serie F de un dígito. El cetro
conseguido por la eterna rival de Canon había iniciado su hegemonía con la F y
F2 en la época del dominio mecánico, mientras que las F3 y F4 ya habían
incorporado los avances tecnológicos de su era mediante la adición de la
electrónica y el enfoque automático. Este reinado casi invariable de casi
cuarenta años recién fue discutido de igual a igual por la EOS-1, tanto así que
las revistas especializadas de la época como algunos comentarios recientes enforos aún la comparan con la F4, aunque es del caso que la balanza se inclina
hacía la Nikon.
2. La Canon EOS-1 y sus highlights.
Ahora,
hablando específicamente la cámara en cuestión, para su concepción se tuvo en
cuenta la opinión de fotógrafos profesionales activos y gente relacionada al
mundo de la divulgación fotográfica. El precio del cuerpo era de 189 mil yenes, lo que equivaldrían aproximadamente a USD$2500 en 2014 (que
serían aprox $1,7MM de pesos chilenos). Fue presentada conjuntamente
con dos objetivos
serie L (de Luxury) 50mm f/1,0 y
80-200 f/2.8 constante –manera de
presentar una cámara con esos objetivos-.
Sus
principales características son:
- Visor fijo de pentaprisma de 0,72X de magnificación y 100% de cobertura.
- Obturador planofocal de metal de recorrido vertical, controlado electrónicamente, con velocidades que van desde los 30 a 1/8000 seg.
- Sincronización flash de hasta 1/250 seg.
- Rango de sensibilidades de ISO 6 a 6400.
- Cuatro modos de medición: spot parcial (5,8%), spot (2,3%), ponderada en el centro (promedio seis zonas) y matricial seis zonas.
- Alcanza hasta 5,5 fotogramas por segundo, con el “grip” especial.
- Sensor de autofoco 4 veces más rápido que el de la EOS 650, incorporando sensores cruzados (2 verticales y 2 horizontales) que trabajan como telémetro de imagen partida y mejoran el enfoque en superficies y motivos carentes de contraste.
- Resistencia al uso en temperaturas entre el rango -30° y 75° C.
- Es la primera cámara en introducir un dial de en la tapa trasera de la cámara (Quick Control Dial), dándole un uso al dedo pulgar desde que la película avanza de forma automática. Habitualmente se usa para controlar el diafragma.
- Duplicidad de circuitos electrónicos,por lo que la cámara sigue funcionando en caso de “falla de alguna placa de conmutación electrónica” (me quedo con la parte en que si se estropea uno, hay otro de reserva).
- Inclusión de siete métodos personalizables: inicio (o no) automático de rebobinado al terminar el rollo); posibilidad de dejar un trozo de película sin rebobinar; introducción manual de sensibilidad de la película (por regla general lee el código DX); inicio del autofoco cuando se presiona el botón de bloqueo de AE y no presionando hasta la mitad del disparador; posibilidad de seleccionar el diafragma en el dial al lado del disparador y la velocidad con el “quick control dial”; modificar activación del foco manual, y; cambio del modo matricial por defecto por el ponderado al centro.
La cámara
se alimenta de una pila 2CR5, pero tuve la fortuna de adquirirla con un “grip”
que permite el uso de 4 pilas AA, más comunes.
Imagen de referencia del Quantary-CN 28-70mm |
3. Opiniones.
Adquirir
esta cámara tuvo más que un poco de voluntarismo coleccionista. Estaba a un muy
buen precio por la red, y la verdad la permuté por una Pentax K-x digital.
Aunque no se trata de un cambio muy conveniente en los tiempos actuales en
donde predomina latamente el digital, mi DSLR tenía
defectos que la desvalorizaban, pero que a su actual dueño no le incomodaron (ni a mí durante el tiempo que la
usé), por lo que se trataba de una permuta justa. Además, tenía dos razones
adicionales: la primera y obvia por tratarse de una cámara con una enorme
reputación, y la segunda para subsanar una muy mala compra pretérita: en una subasta en ebay adquirí
dos lentes “compatibles para la montura EF”, ambos Quantaray-CN (un 28-70mm f/3.5-4.5 y un 70-210mm f/4-5.6) y que
estoy casi seguro que son lentes Sigma, producidos para un sinfín de monturas y
con una reputación dispar, pero que se encontraban a un precio muy muy tentador.
Después de recibirlos y percatarme
que casi no habían sido usados –se encuentran realmente en excelentes condiciones-
sufrí la decepción de no verlos funcionar en mi Canon EOS Elan IIE, para la cual los adquirí, como tampoco en
otro cuerpo DSLR full-frame (del que desconozco el modelo en concreto, los probé de un buen conocido). En
ambas pruebas los lentes enfocaron
correctamente,pero no lograban cerrar el diafragma. En la EOS Elan IIE se lograba modificar la apertura a través del dial
trasero, pero a la hora del disparo la cámara elevaba el espejo pero no hacía
la toma, mientras que la pantalla LCD arrojaba el mensaje típico del
agotamiento de la pila, en condiciones que ésta se encontraba prácticamente
nueva. Se trata de un error que también encontré documentado en un foro, aunque
no se encontró solución. Posibilidad de desprenderme de esos lentes no tenía debido a que nadie
los querría si no otorgaban sus
prestaciones como es debido y, además, por su marca
desconocida –no hay que ser muy
conocedor del mundo fotográfico para saber de la afición en el mundo
fotográfico por las marcas-, por ende intenté que funcionaran en un cuerpo más
antiguo.
Una vez arribada la
EOS-1 corroboré que ambos lentes funcionaban adecuadamente.
Pese a que se trata de un tema ajeno al principal de estas líneas, la
explicación para este error parece estar dado por la construcción propia de los
lentes Sigma que, conforme datos
que se encuentran en varios sitios de internet, suelen dar problemas de compatibilidad en
cuerpos más nuevos desde la entrada del digital. Mas, el hecho
que no funcionaran en una cámara del ’95 me hace pensar que entre esos años 1989-1995 se produjo una leve
variación de los contactos de la montura en sí, que provocaron el error ya
referido. No tengo, eso sí, base
alguna para sostener esa afirmación, por lo que la información sobre este punto
será bien recibida.
Las
impresiones que tengo de la cámara son las mejores. Pese a que se trata de una
cámara de casi 26 años, produce la sensación de estar tratando con una cámara moderna. Es este aspecto,
quizás, lo que mejor describa a la cámara: más que sus (excelentes) prestaciones y su clasificación indubitada como “profesional”, es la percepción de que se trata de una cámara que
sirvió de modelo para todas las posteriores, tanto en su diseño como en sus
características. Pese
a la gran cantidad de opciones que tiene, no sobrebunda en botones y los
controles son muy intuitivos,por
lo que nadie que hubiere disparado una DSLR o cualquier Canon de la época del
film debería tener complicaciones en el uso aún sin haber consultado con
detalle el manual de instrucciones. Los aspectos que denotan
los años de la cámara son el peso –que en realidad para mí se transforma en una garantía de buena
construcción- y en el hecho de que no posea puntos de enfoque. Obviando lo anterior, disparar con ella es sumamente
agradable, el paso de un fotograma a otro es realmente rápido y el visor es
genial, ya que no llena los bordes con información, sino que entrega la necesaria para no quitar los ojos del mismo y considerando que se trata de cámaras que, en opinión personal, no están diseñadas para enfocar manualmente –con esto no digo que no se pueda, sino que la
optimización está dada para autoenfocar-.
Imagen referencial Quantaray-CN 70-210mm |
En las
críticas puedo mencionar sólo dos. La primera es que es muy ruidosa al
rebobinar, por lo que se deben
tomar las precauciones del caso cuando se requiere silencio. La segunda es dual y la formulo en abstracto: tiene un solo punto de
enfoque y es algo ruidosa para enfocar. Considero, en principio que es una desventaja
que tenga un solo punto de enfoque, aunque la crítica es sumamente
injusta, ya que a la época los puntos de enfoque no habían sido concebidos
como los conocemos hoy, por
lo que difícilmente podría alguien echárselo en cara; además en
cierto modo no se
trata de un gran problema debido a que presionando a la mitad el disparador se bloquea el enfoque y luego se recompone la toma. En lo particular a mí no me molesta y es porque estoy
habituado a enfocar manualmente en
otras cámaras análogas,
por lo que, aunque parezca raro,
que la cámara lo haga por mí significa un avance enorme, aunque
entiendo que se trata de una ventaja que ya se encuentra superada y que, a la luz de nuestros días, parece
algo arcaico. Respecto
al ruido en el enfoque, también lo matizo, habiendo utilizado los lentes
Quantaray mencionados, el ruido del AF es notorio aunque no molesto, pero
habiendo utilizado también un Canon 28-80mm USM V, el ruido es realmente bajo. Esto tampoco es culpa de la cámara: también
depende de la construcción del sistema de enfoque del propio objetivo, que en
el caso particular de los objetivos utilizados no corresponde propiamente a los
de la marca. A mayor abundamiento, si se quiere achacar lo
ruidoso del sistema de enfoque, los insto a compararlo con el de la Minolta Maxxum 7000
-que también poseo- y verán que los EOS son mudos.
Respecto
al disparo en ráfaga, modos de medición y modos de exposición puedo decir poco.
No soy profesional por lo que nunca utilizo el disparo en
ráfaga, respecto a los modos de medición sólo utilizo el spot
y el matricial y casi siempre uso el modo manual para disparar.
4. Resultados
Sobre este punto,
quisiera detenerme en algunas consideraciones. La primera es que cuando
hablamos de resultados en análogo, éstos se los debemos principalmente a la
calidad de la óptica empleada y a las propiedades de la película que se utiliza,
por lo que la cámara, desde la más sencilla a la más evolucionada, sólo se
trata de una caja estanca a la luz por el cual se impresiona la película
–obviamente es algo más que eso, pero a la hora de ver fotos, lo realmente
relevante es lente y film-. De modo que hay características de las que no puedo
referirme en detalle como quisiera: de los modos de medición no pude hacer un
examen acucioso debido a que no lo comparé con un fotómetro de medición puntual
de 1° y no tengo como hacer pruebas respecto a la precisión del obturador (la
determinación del grado de desviación de la velocidad del disparo debería
realizarse con instrumental especial, que no poseo).
En segundo término, es
una advertencia que aparece en todas las reseñas que he hecho: cuando hablo de
resultados hablo de la capacidad de la cámara para producir fotos útiles: los
ejemplos que verán a continuación no irán a parar a un museo y por supuesto que
no se venderán. Entonces, lo que “medí” fue la precisión del autofoco, las sensaciones
que tuve al usarla –de las que ya hablé anteriormente- y de las posibilidades
posteriores de uso de la cámara.
En tercer lugar, el
ojo del fotógrafo siempre supera la naturaleza misma de los materiales
empleados. Por fortuna no soy un profesional del área, por lo que me puedo
permitir errores y no ser bueno en esto, aunque por supuesto quisiera que mi
trabajo fuera de calidad, por ende, lo que muestro es sólo una pequeña muestra de
lo que otros pueden lograr y, a la vez, un parámetro personal de superación.
Ahora entrando en
materia, con ella hice dos carretes de 24 exposiciones aproximadamente. El
primero utilizando el Quantaray-CN 28-70mm con un Kentmere 400 y el segundo el
Quantaray-CN 70-210mm con película Arista EDU 100, ambas disparadas en su
sensibilidad nominal. Asimismo, ambos fueron revelados utilizando el revelador
Tetenal Ultrafin Liquid en la dilución 1+20, con un baño de paro de un minuto,
fijado de 5 minutos, lavado de 10 minutos y humectado final de 1 minuto, todos
a 20° C. Los tiempos del revelador fueron, respecto del primer carrete, de 13,5 minutos debido a que hice un revelado de expansión aumentando un 20% del tiempo
recomendado –por la información recogida en Massive Dev Chart- y el Arista
revelado durante 9 minutos también debido a un aumento del tiempo recomendado
con el objeto de aumentar el contraste.
En cuanto a las
impresiones que tengo de los objetivos, considerando principalmente su bajísimo
costo y la inexistencia de información relevante en cuanto a su construcción como
a su fabricante (yo asumí que se trata de objetivos Sigma por su enorme
parecido a otros objetivos comercializados por la misma marca), me parecieron
buenos (no extraordinarios, tampoco malos). Cabe precisar que esta calificación
debe tomarse con pinzas debido a que en estas pruebas sólo se utilizó película
en blanco y negro, por lo que el tratamiento del color queda un poco rezagado,
así como también la aberración cromática tampoco es detectable fácilmente
utilizando este soporte. El aumento de contraste también influye en la
percepción general de nitidez, pero creo estar seguro que no se trata de
objetivos excesivamente blandos. No se aprecian grandes distorsiones utilizando
los objetivos utilizando sus focales más amplias o más cerradas, pero también se
debe hacer presente que se evitó la utilización de las máximas aperturas y a la
utilización de parasoles en los objetivos. La mejor nota se la lleva el
28-70mm, considerando que casi todas las fotos fueron disparadas en interiores
y en donde al exceso de luz que entraba por la ventana se juntaban zonas con
sombras profundas que tanto el objetivo y la película resuelven bien. El
telezoom, pese a todo, sale bien parado.
Para el cierre, unos
comentarios finales. En primer término me parece una desgracia que Canon no
tenga más que un breve reseña en su página respecto a sus cámaras de la época
del film. Aunque le dedica más líneas que a muchas otras, sí es un poco penoso
ver que siquiera ofrece los manuales de instrucciones para los usuarios que
pueden aún estar usándolas, debiendo recurrirse a páginas externas que las
ofrecen. Se trata de un detalle que hoy en día resulta poco explicable y que
lamentablemente se ha transformado en práctica de todas las compañías
fotográficas en donde no existe este material de consulta. Ni hablar de
encontrar el manual en español. Pese a que la cámara no es difícil de usar y
que se encuentran referencias en internet sobre sus aspectos relevantes y el
manual, éstos están en inglés y no son del todo cómodos de observar. Desde ya agradecería
a quien pudiera tenerlo en español digitalizado y para el sólo efecto de
colgarlo en esta página y difundirlo.
En segundo lugar, una
reivindicación al plástico, tanto en lo personal como para los lectores. Muchos de
quienes comenzamos en esto del coleccionismo de cámaras perseguimos
determinados tipos de cámara y obviamos otros por motivos que pueden ser injustificados.
Uno de ellos es la presencia del plástico en las cámaras fotográficas: aunque
en algunas ocasiones es signo de una construcción deficiente, el plástico se
transformó en un adelanto en términos de disminuir el peso de los equipos y la
reducción de costes de producción, lo que de algún modo explica la explosión de
la fotografía actual en donde estos equipos pudieron conseguirse a precios que
en otra época eran privativos de determinadas clases sociales y profesionales
del rubro. Sin embargo, es la presencia del plástico el que ha redundado en un
escaso interés por estos equipos, tanto así que hasta sus precios son bajos (lo
que de algún modo parece una ventaja) y manteniendo desmesuradamente el interés
de otros que son populares más por convención del medio que por prestaciones o
diseños reales. Lo atribuyo de algún modo a la falta de información sobre
determinados equipos en perjuicio de la sobreabundancia de otros (a modo de
ejemplo, de la Canon AE-1 y la Pentax K1000 en perjuicio de la Canon A-1 y la
Pentax LX) y a la ausencia de reseñas serias en español sobre estas mismas,
aunque se trate de una mera recopilación de fuentes, como es el caso de estas
líneas. Ejemplo de cámaras construidas en plástico y de calidad existen muchas,
algunas con prestaciones que ya quisieran tener aquellas consideradas clásicas.
5. La Familia EOS-1.
La importancia de la
Canon EOS-1 importó no sólo una tendencia a seguir respecto a diseño y
prestaciones en una cámara fotográfica, sino que su nombre dio origen a una
serie de cámaras fotográficas que aún pervive en el mundo digital.
La sucesora inmediata
fue la EOS-1n, introducida en 1994, es más una actualización de la EOS-1: un
aumento en la velocidad del enfoque automático, la adición de 5 puntos de
enfoque y el aumento del rango de funcionamiento de éste en condiciones de
escasez de luz, aumento a 16 zonas de medición, posibilidad de disparo del
flash en la segunda cortina, aumento de la capacidad de disparo en ráfaga tanto
con la batería como con grip, posibilidad de elevar el espejo.
La última profesional
de la época del film vino con la EOS-1v del año 2000. Pesa casi un kilo, cuerpo
en aleasión de magnesio, aumento nuevamente de la velocidad del AF, 45 puntos
de enfoque, siete sensores cruzados (vs 1 de los modelos anteriores), aumento
del disparo en ráfaga con grip.
La Canon EOS-1D es la
primera digital de la serie (existen versiones intermedias con cuerpos EOS-1 de film con sensores adaptados Kodak, que me salté). El cuerpo se basa en la EOS-1V, sensor CCD de 4,48
megapixeles, factor de recorte de 1,3x, velocidades de 30 a 1/16000 seg,
sincronización de disparo de 1/500 seg. Fue sucedida por la 1D Mark II en 2004,
con sensor CMOS de 16,7 MP y sin recorte, pantalla TFT de 2 pulgadas. Continua
la serie la Canon EOS-1Ds Mark III, presentada en agosto de 2007, cuenta con
sensor CMOS full frame –como se le llama ahora a los 24x36mm-, 63 zonas de
medición, pantalla LCD de 3 pulgadas, procesador dual Digic III. En octubre de
2009 aparece la EOS-1D Mark IV, de 16MP efectivos en un sensor CMOS con recorte
de 1,3x. Ambos modelos fueron descontinuados por la Canon EOS-1D X, de 2011, de
18,1 MP en un sensor sin recorte CMOS, con un procesador de imagen Digic 4 y un
dual Digic 5+. La última de la serie fue anunciada recién en febrero de 2016,
la EOS-1D X Mark II y, por lo visto, se trata de una más de lo que parece ser
una perdurable saga de cámaras fotográficas que seguirá produciéndose en el
futuro. Como se puede apreciar, aunque la familia ya tiene bastante carrete, Canon se ha cuidado de mantener el 1 para la gama alta de cámaras fotográficas, por lo cual es, de algún modo, gratificante ver a la primera de ellas.EOS-1 / Quantaray CN 28-70mm / Kentmere 400 / |
EOS-1 / Quantaray CN 28-70mm / Kentmere 400 / |
EOS-1 / Quantaray CN 28-70mm / Kentmere 400 / |
EOS-1 / Quantaray CN 28-70mm / Kentmere 400 / |
EOS-1 / Quantaray-CN 70-210mm / Arista EDU 100 |
EOS-1 / Quantaray-CN 70-210mm / Arista EDU 100 |
EOS-1 / Quantaray-CN 70-210mm / Arista EDU 100 |
EOS-1 / Quantaray-CN 70-210mm / Arista EDU 100 |
EOS-1 / Quantaray-CN 70-210mm / Arista EDU 100 |
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