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Lunatic Soul. En la oscuridad, un rayo de luz guía los pasos*

* O unas breves líneas sobre "Walking on a flashlight beam"

Para quienes disfrutamos del rock llamado "progresivo", Riverside no nos es desconocido. De origen polaco, a la fecha de redacción de estas líneas tienen siete álbumes de estudio, y de los que, a gusto de este humilde servidor, hay tres o cuatro espectaculares.
La formación del grupo no dista mucho de la de otras bandas de rock. Hasta no hace mucho tiempo contaba con cuatro miembros permanentes (el año 2016 fallece el guitarrista), consistente en teclados, percusiones, bajo y guitarra, aunque con varios matices. Lo que lo diferencia de otras bandas de rock, o al menos lo distingue es Mariusz Duda. Bajista y voz de Riverside, pero también multinstrumentalista y compositor, desde el año 2008 comenzó un proyecto personal llamado Lunatic Soul, más intimista, en paralelo con su carrera en el grupo -entre otros proyectos- y que el 2017 hizo su cuarta entrega "Fracture".
Como señalan en varios sitios, parece fácil perderse un poco con proyectos de este tipo: cualquiera pensaría que el esfuerzo vale la pena sólo con la formación completa y que los proyectos personales son para seguidores más entusiastas. Muchas veces ese análisis es correcto, pero en este caso no puede hacerse muy suelto de cuerpo: las similitudes de la música de Riverside y la de Duda en Lunatic Soul salta a la vista, pero no son lo mismo. En Lunatic Soul hay mucho más reposo, menos rock, más espacio y ambiente. 
Son discos más más reposados, aunque inquietantes. Las composiciones están alejadas a veces del vértigo propio del rock (aunque nadie podría calificar a Riverside como una agrupación extrema ni 'metalera' propiamente dicha), pero tienen más tiempo y aire. La voz de Duda se hace más suave o dulce, si se quiere, canta y susurra a la vez, lo que no lo transforma en meloso ni suave 
No quiero inducir al engaño, Lunatic Soul no es música "ambient". Es más liviana -en términos de contraposición de lo que cualquiera comprende por rock-, pero no es música de supermercado. Lunatic Soul alarga la composición hasta conseguir la emoción. Entra en el desarrollo de los temas de una forma más lenta y apacible, pero los temas alcanzan clímax y transmiten emoción, muchas veces no a través de melodías tranquilas, sino desde el desasosiego. Son como la noche, quietas, pero oscuras. 
Como dije anteriormente, Duda ha generado cuatro discos con Lunatic Soul. Los dos primeros conocidos por sus números  y color (I y II, negro y blanco, respectivamente); el tercero es "Walking On A Flashlight Beam" yel último, como se dijo, es "Fracture", reciente del año pasado. Los tres son muy buenos trabajos, pero mientras los dos primeros me gustan y los escucho esporádicamente y el cuarto está muy verde pero aún hacerme un juicio completo del mismo, "Walking..." tiene todo mi entusiasmo.

Caminando a la luz de una linterna. 

Resulta increíble pensar el montón de cosas que implica la gestación de un disco solista: para "Walking...", Duda además de compositor y letrista, es quien toca todos los instrumentos salvo la batería (guitarra acústica, bajo, teclados, algunas percusiones, ukelele) y además pone la voz; como si fuera poco también lo produce..."Shutting Out the Sun", la primera canción del disco, da cuenta de lo mismo: "fortaleza de mi propia creación / dentro de mi alma / estoy caido" (prison of my own making / self-imposed solitude / fortress of my own making).
Como se dijo, Duda en Riverside hace las voces y el bajo. Sus dotes no son sólo compositivas, sino que además es un extraordinario bajista. En "Cold", segundo tema del disco, sale la genialidad de Duda con el instrumento: es la base del mismo, lo acompaña como un metrónomo. Y no sólo lo hace en esta canción, sino que ese bajo está presente en todo el disco. En una frase que he leído en muchos lugares, siempre se ha comentado que el bajo no se escucha, se siente. Aunque en general concuerdo, en Lunatic Soul ocurren ambas cosas y en buena hora, le bajo se siente y se escucha. 
En "Gutter" -quizás el tema más oscuro del disco- el bajo crea esa atmósfera que le da una profundidad-oscuridad extraordinaria, siendo por lejos para mí, el mejor del disco: "el miedo es lo que necesito, lo que necesito creer / el miedo es lo que necesito, lo que necesito sentir" (the fear is what I need, what I need to believe / the fear is what I need, what I need to feel); la canción a medida que avanza toma un segundo rumbo: un bajo exquisito comparte con una guitarra eléctrica y batería con intensidad y complicidad, sin estallar, hasta que el teclado entra en escena y la voz de Duda llena el espacio, manteniendo la oscuridad, pero con un tono más dulce...
Mariusz Duda
Con un interludio instrumental bien "ambient" (Stars Sellotaped), "El Miedo Adentro" (The fear within) continua como el tema instrumental más largo del disco. También con inicio ambiental, pero de un corte más oscuro que el anterior, tiene una progresión lenta en que se suceden instrumentos y sonidos, de pronto muta con unos punteos de la guitarra acústica, en que la oscuridad se atenúa y desaparece, el final nos prepara para lo que viene: "Treehouse". 
Debe ser el tema más "esperanzador de la obra". De un corte más clásico, casi una balada. Con un desarrollo más simple que todos los anteriores, pero no por ello simplón. A estas alturas del disco, este tema es -haciendo alusión a su título - ver una casa en un árbol después de un sofocante y tenebroso bosque antiguo: una bocanada de aire fresco -"Puedes oír / Todo es tranquilo / Se siente bien / Supongo que caí en tu cielo" (Can you hear / All is quiet / It feels all right / I guess i fell into your heaven)-.
Con poquito más de 12 minutos "Pygmalion's Ladder" es la canción más larga del disco. Con una introducción más a tono con el resto del disco, la guitarra acústica y la voz de Duda toman un ritmo quieto y reposado, que a medida que avanza va retornando a la oscuridad dicha. Vuelve el bajo inquietante y la amplitud de los teclados, la canción se impulsa hacia adelante, el sonido gana en potencia y se desenlaza finalmente: "Extendí mis manos hacia ti / Pero me ahogo en la oscuridad con mi grito silencioso" (I reached out my hands to you / But I drown in the murk with my silent scream), al que sigue una composición llena de intensidad, en que el bajo vuelve a ser la delicia.
"Sky Drawn in Crayon" marca lo que será el término del disco. El miedo y las penumbras que han acompañado a la obra dan paso a un intento sosiego en la letra: "necesito un cielo / cielo inocente / Siento que me fui / y dejé mi caparazón detrás" (I need a sky / innocent sky / I feel like I left / my shell behind). Es un tema un poco confuso: lo que hay en las letras no encuentra un correlato firme en la música; explícitamente hay un mensaje esperanzador, pero la música que acompaña sigue en ese son inquietante y penumbroso del disco y se mantiene así hasta el final del mismo.
El último tema es el que le da el nombre al disco "Walking on a flashlight beam" y sin duda, por su letra, es el que lo cierra. Hay aquí una resolución, pero no como se espera tras el miedo, sino como la decisión de asumir a la oscuridad en que el protagonista vive como un estado permanente y propio, pero que no lo consume ni destroza, sino del que se puede aprender a vivir, el que enseña a vivir.
Cuán difícil resulta explicar las sensaciones de la música y es por eso que se trata de un idioma universal en que todos podemos comunicarnos, ni aún con un tratado completo podría describir lo que suena en cada canción, ni quizás los sentimientos que afloran de la escucha. Lo que comento entonces es sólo mi interpretación, lo que yo percibo de ella y logro transmitir, sin más. 

Influencias en el disco.

Zdzisław Beksiński
Resulta esclarecedor conocer de primera mano de donde el autor obtiene la inspiración para concebir Walking... En una entrevista que he encontrado en la red, señala que son tres los ejes: su habitación, la biografía de un pintor polaco y su hijo periodista de radio, y del "hikikomori", fenómeno japonés indicativo de reclusión. La primera es más o menos obvia, de sólo escuchar la obra podemos deducir que ella nace desde la intimidad y la relación de un solo individuo con la música. 
La segunda es un poco más extraña. Zdzisław Beksiński fue un pintor, fotógrafo y escultor polaco con una obra pictórica bastante lóbrega y dura, aunque la misma no tenía mucha relación con su propia personalidad, reconocida como amable y sociable. Casado y con un hijo, tuvo que enfrentar en muy poco tiempo la muerte de ambos, aunque la del hijo por suicidio, quien aparentemente presentaba los rasgos desde mucho antes de tomar esa decisión. Finalmente este pintor muere apuñalado por el hijo del conserje, por no haberle prestado dinero... Es difícil conciliar entre una personalidad como con la que se le describe y lo que él expresa en sus obras; parecieran no tener punto de conexión. Lo peor aún es que de sus obras, ninguna de ellas tiene título y además renegó de cualquier tipo de explicación racional que se les atribuyera, en tanto se trataría de un arte concebido por él y del que no pueden extraerse fácilmente conclusiones ni interpretaciones, quedando éstas aparentemente al arbitrio de quien las revisa. Sin embargo, la simple lectura de un parroquiano cualquiera, como el que habla, descubre un arte tenebroso e inquietante. 
En cuanto a la tercera influencia, nuevamente he tenido que recurrir a internet para saber de qué se trata. De lo que he leído entiendo que el Hikikomori es una persona que decide voluntariamente recluirse de la sociedad, encerrarse y vivir solo. No tiene miedo a salir a la sociedad, como el agorafóbico, ni tiene un trastorno obsesivo compulsivo per se. Sus causas vienen desde aspectos sociales, familiares o personales de la persona que lo "padece", se trata de individuos que pueden mantener contacto con el mundo exterior a través de internet o los juegos, aunque muchos incluso ni eso hacen. Este artículo creo que es el más descriptivo que he leído y tiene una perspectiva más desde el punto de vista psicológico, alejándose del paradigma de los grupos urbanos que no creo que sea el caso. 
Una de las obras de Zdzisław 
Las líneas de encuentro de estas tres vertientes escapa un poco de lo que yo puedo entender y no me permito hacer una interpretación o lectura que explique el resultado -lo que además es estéril y bastante poco atractivo-, considerando la enorme cantidad de matices que se pueden extraer de cada elemento. Sin embargo, Duda lo explica en su entrevista. Walking...es una precuela de los Lunatic Soul anteriores (el blanco y el negro), que describe lo que el personaje principal sentía antes de suicidarse, como acontece en esos discos. Entonces el miedo, la oscuridad presente en el disco sería una fuente de inspiración de la que el artista puede crear, aunque de ellas sólo extraiga las ideas y no lo consuman por el camino. Esta idea está reforzada por el siguiente pasaje de la entrevista: "Creo que la vida se trata de la armonía y el equilibrio entre la negrura y la blancura. (...) Incluso en un álbum más oscuro tiene que haber un poco de luz. Y en este, la luz se puede encontrar en (...) "Treehouse". Además, encerrarte en tu habitación y vivir en tu reclusión no es tan malo, tienes tiempo para pensar en las elecciones de tu vida y las decisiones que has tomado hasta ahora, siempre y cuando salgas de vez en cuando y no te retires de ninguna forma de interacción social como el hikikomori japonés que mencioné antes".

En fin, para mí este post ha significado redescubrir la profundidad de una obra por la que sólo había puesto atención por su sonido. Nunca he sido ni de cerca conocedor del inglés y para las traducciones que hay acá me he apoyado en el traductor de Google. Sin embargo, con esta información el panorama se amplía y, en lo que a mí respecta, confirman mi idea que un buen disco no es sólo un cúmulo de canciones buenas, sino la construcción de un mensaje o mensajes que se desarrollan en el mismo. Y este, precisamente,es un buen disco

Lunatic Soul - Walking on a flashlight beam
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