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Los libros digitales. De los soportes y la industria: Ipad y Kindle

Desde que hizo su aparición la famosa tinta electrónica, siempre seguí con interés su desarrollo, quizás intuyendo la enorme aplicación práctica que tendría en el futuro. Mi entusiasmo inicial me hizo pensar en el término de los libros en papel, tal cual como ocurrió de algún modo con la fotografía análoga o con los CD's de música. Naturalmente ha pasado agua bajo el puente y las predicciones apocalípticas se fueron al tacho de la basura, por fortuna.
Cuando digo por fortuna, no sólo me alegro porque no han desaparecido los libros, sino que ambos sistemas, aparentemente, funcionan juntos sin afectarse mucho. Pese a que la llegada de la omni-digitalización dejó en el camino a varios heridos -entre ellos los rollos de película y los CD's- lo cierto es que con el papel no ha pasado lo mismo. Existe ahora consciencia que el uso desmedido de papel es, además de un gasto innecesario, un daño al medioambiente. Sin embargo, no logró romper con los libros.
Las ventajas del sistema digital de lectura es tan evidente que resulta difícil concebir porqué la modernidad no llegó en masa y para quedarse. Naturalmente, cuando me refiero a lectura hablo propiamente de libros más o menos extensos, de esos que no se pueden realizar en el smartphone o a través de una página web, es decir, la elección es entre formato papel o soporte electrónico.
De estos últimos han proliferado muchas opciones, siendo las más conocidas las derivadas de los celulares inteligentes y los "tablets" -pantallas de luz multipropósito- y las de tinta electrónica (o e-ink). De los tablets existen dos grandes ecosistemas, Android e IOS, mientras que de los de tinta electrónica los que han llevado la delantera han sido principalmente Kindle (del gigante del comercio electrónico amazon) y Kobo, entre varios otros. Además de los soportes, los fabricantes han llevado de la mano plataformas de adquisición de títulos, los que han competido no sólo por precios, sino también por la amplia gama de títulos. En este sentido quienes han llevado la delantera han sido Apple y Amazon.
En la presente entrada se pretende, en primer término, hacer un análisis descriptivo de los soportes y sus plataformas de compra -sólo de las que quien escribe ha tenido conocimiento de primera mano- y, posteriormente, relatar cuáles han sido mis experiencias usando estos aparatos conjuntamente con el "formato papel", por denominarlo de algún modo.

1.- El Ipad. No sólo de lectura vive el hombre.

Es bien poco lo que podría señalar en este apartado que una persona normal no conozca respecto del ipad. En lo que importa para efectos de estas líneas, el Ipad es uno de los buenos soportes electrónicos que existen para la lectura. Quizás venga de perogrullo, pero uno de los principales inconvenientes que tiene es que, al tratarse de una pantalla de luz propiamente tal, no se recomienda del todo cuando se trate de lecturas largas, debido al daño que pueden producir a la visión. 
Ipad y kindle a la luz del sol

Sin perjuicio de ello, Apple ha hecho -como ocurre en casi todo lo que diseña- de este aparato un instrumento muy agradable para leer, debido al diseño cuidado de las aplicaciones diseñadas para ello, además de poner a disposición un gran catálogo de títulos para su adquisición en muy pocos clicks, mediante tarjeta de crédito. Del mismo modo, el dispositivo en sí claramente tiene como destinación navegar en páginas web, por lo que la lectura de textos cortos o de papers es uno de sus principales hándicaps. Huelga comentar su potencial como lector de noticias, permitiendo incluso suscripciones a revistas y diarios de todo el mundo.

No obstante, creo que la principal ventaja que presenta respecto a los soportes que utilizan tinta electrónica dice relación con la lectura de textos que se encuentren en formato PDF (quienes no lo conozcan en realidad dudo mucho que estén leyendo esta entrada) y la posibilidad de trabajar con ellos de forma directa. Aunque en este momento me refiero específicamente al ipad, sin duda que esta es una ventaja que tienen todos los tablets, independientemente del fabricante o del sistema operativo que utilicen (más concretamente de Android). Aunque existe tinta electrónica a color, la versatilidad de las pantallas de luz y el hecho de parecerse más a un notebook que a otra cosa, lo transforman en un aparato muy atractivo para quien desee leer textos cortos, busque información en la red o utilice documentos en PDF.


2.- La tinta electrónica y el imperio Kindle.



Haré una cita textual que me parece sumamente pertinente para explicar lo que es la tinta o el papel electrónico: "Básicamente el papel electrónico está formado por una lámina plástica protectora, un polímero y la malla de microtransistores eléctricos.

Las base de su funcionamiento son unas partículas esféricas que se cuentan por millones y que se cargan eléctricamente. La aplicación de una pequeña corriente provoca que varíen su tonalidad y se formen imágenes que componen las letras." En suma, la idea de fondo es que se trata de un sistema perfectamente suplantable al papel: la impresión visual es la misma y no se trata de una pantalla de luz, por lo que no produce fatiga visual (o al menos será la misma que cause leer un libro papel), pero además influye muy poco el ángulo del visor que el lector tenga del aparato porque de todos modos se verá "bien", como tampoco es que se ve afectado por la luz directa del sol.
Con muy poco temor me atrevo a decir que el dispositivo que lleva la delantera en este apartado es el Kindle. Las bondades del sistema que comento antes no sólo derivan por su similitud al papel, sino que trae otras no menos despreciables. La primera y muy importante es de orden práctico y tiene que ver con el almacenamiento del dispositivo: los libros digitales, al ser texto propiamente tal, tienen un peso en megabytes (MB) muy bajo, por lo que en un aparato que tenga una capacidad de 4GB, es posible superar con creces los 100 libros: por ejemplo, la obra "Segunda Guerra Mundial" de Anthony Beevor (en formato papel de más de mil páginas), pesa sólo 2MB... Es evidente entonces que el Kindle sea muy útil para quienes lean mucho o que tengan lecturas paralelas, el ahorro en peso de transporte es notable.
La segunda ventaja tiene relación con la facilidad para conseguir textos. Como ya se dijo, los fabricantes de dispositivos se han preocupado no sólo de ofrecer el aparato, sino que los han implementado con librerías online, en donde con muy pocos clicks se pueden obtener una gran cantidad de títulos. La compra de estos libros tienen además otros dos plus atendibles: el precio y la rapidez. La casi totalidad de libros existentes en la red tienen un valor inferior al equivalente en formato papel, alcanzando ahorros de hasta un 50% y más, dependiendo de lo que se busque (aunque no se trata de una regla absoluta, hay ocasiones en que no existen diferencias considerables). Sin embargo, la adquisición para cualquier parroquiano no es tan sencilla: exige que el usuario tenga una tarjeta de crédito y que la misma permita comprar en dólares. Sin embargo, como se dijo, el proceso de compra es sencillo y sólo requerirá algo de tiempo para introducir los datos, cuestión que se hará sólo la primera vez debido a que posteriormente los guardará. Estas compras pueden hacerse desde el dispositivo mismo en el caso del Kindle (en otros aparatos entiendo que funciona del mismo modo), como desde un PC u otros dispositivos, por lo que, cae de maduro, se requerirá de una conexión a internet. Por otro lado y derivado de la forma de compra, también es más o menos claro que el libro comprado estará en el dispositivo prácticamente al instante, lo cual obviamente evita las esperas y reduce el costo de envío. Pese a que estas dos ventajas se han comentado a propósito del Kindle, son propias de todos los dispositivos electrónicos. La otra también derivada dice relación con hay un ahorro en papel, lo que es más amigable para la protección del medioambiente.
La tercera ventaja es propia del kindle y dice relación con su diseño. El dispositivo está hecho para la lectura y sus funciones casi todas dicen relación con lo mismo. Mientras estamos leyendo un texto, el Kindle podrá entregar la definición de una palabra específica debido a que cuenta con un diccionario, como también, si se cuenta con conexión a internet, ver la información disponible en la Wikipedia. Permite modificar el tamaño de la letra y la fuente en que se mostrará, e inclusive se puede personalizar los márgenes del texto y el interlineado. También recuerda la página en que quedamos si es que lo se apaga -al encenderlo se muestra en la misma "página"-, permite el subrayado (que después se guarda en un texto aparte) y agregar marcadores, los que además se pueden compartir en la red. Incluso muestra sugerencias de lecturas lo que hemos leído...
La cuarta es el consumo de energía. Los Kindle vienen con una batería integrada que sólo requiere de una carga intermitente para leer, incluso con un uso intensivo puede durar semanas. En lo personal he tenido dos modelos distintos de kindle. El primero actualmente llamado Keyboard y prácticamente en desuso u obsoleto, prometía dos meses de carga de batería, mientras que el actual -denominado Paperwhite- se promociona con un mes. Será entonces muy extraño quedarse corto de batería casi en cualquier circunstancia. 
De todas estas bondades, sólo veo pocos defectos. Uno de ellos es que es poco amistoso con los documentos en formato PDF. Al menos el kindle permite su lectura pero, tratándose este formato de un texto final al que no se pueden hacer modificaciones, sus posibilidades quedan reducidas al tamaño final del dispositivo. De los dos modelos que he tenido no ha sido posible utilizarlo buenamente con PDFs debido a que todo se ve bastante chico. Amazon permite hacer una conversión de PDF a texto, pero en el cambio siempre hay errores, principalmente de disposición del texto. También existen programas de conversión y con un poco de inventiva pueden extraerse y transformarse a un formato más acorde al dispositivo (los Kindle leen principalmente archivos .mobi o .azw3; los Ipad leen .epub o, usando la aplicación del Kindle, los formatos anteriores), pero se trata de un proceso tedioso. Obviamente esto se solucionaría con una pantalla más grande, pero de los modelos actuales del Kindle, el que cuenta con un tamaño mayor es el denominado "Oasis" de 7 pulgadas. En uno de sus primeros modelos Amazon ofreció un modelo llamado "Kindle DX" de 9,7 pulgadas, suficiente en su caso para servir como lector de archivos PDF.
Comparativa resolución kindle vs ipad
La otra desventaja es que no es muy útil para ser utilizado como lector de páginas web de modo directo. Al menos de los modelos que he tenido, la navegación no está ni cerca con la que ofrece el ipad, por ejemplo. Sin embargo, existen herramientas en la red que permiten la conversión directa del texto en una página web para los formatos de libros electrónicos (epub o mobi), tales como instapaper o dotepub. De esta desventaja deriva una virtud: pese a que existen incompatibilidades de formatos entre sistemas, existen también programas de PC que permiten la creación de una biblioteca virtual que gestiona los libros electrónicos y que permite su conversión a distintos formatos, llamada Calibre.
Después de esta descripción quisiera comentarles cómo uso estos aparatos.

3. La gestión de los libros y de cómo se obtienen (con algo de vergüenza).

Una de las ventajas que ha significado la llegada del mundo digital a todas las esferas de la vida, es que se ha democratizado el acceso a la información de forma brutal. Los libros buenamente se han masificado y es difìcil concebir que exista un libro de renombre que no tenga su edición en digital. De tal modo ha sido que existen diversas obras literarias que, siendo ya patrimonio de la humanidad, se pueden encontrar de forma gratuita y legal en la red a disposición de cualquiera que quiera leerla.
La amplia variedad de títulos y la facilidad para conseguir textos -como dije, se pueden guardar como tales los que se encuentran en páginas web-, en mi caso me ha llevado a organizarlos en un programa llamado Calibre. Del mismo modo, contando en mi caso con distintas plataformas, he tratado de mantener la compatibilidad de formatos en todos ellos, guardando una copia de cada uno (epub y mobi) dependiendo de la forma en quiera leerlos. Mejor aún, utilizando un sistema de almacenamiento en la nube -en particular Dropbox), puedo tener los libros en diversos dispositivos y casi en cualquier lugar, por lo que técnicamente hablando no dependo de ninguno en especial.
De todo ello he llegado a la conclusión de que, ahora más que nunca, es imposible leer todo. Es tal la cantidad de información que se puede obtener hoy en día que la mera adquisición de libros es fútil y, cuando no más, banal. Considerando el tiempo que demora leer un libro, contar con cuatro o cinco ya parece exagerado. Del mismo modo, considerando que los precios de los libros son bajos, aún así abundan posibilidades de conseguirlos gratuitamente y de forma ilegal. No puedo dejar de confesar que muchos de los que he leído los he obtenido de este modo, aunque no puedo promocionarlo acá. Lo que quiero evidenciar es que la posibilidad existe y, dependiendo de la disposición moral de cada uno, cuesta muy poco de hacerse de miles. También mencioné que basta sólo un programa para hacer la transformación a distintos formatos, por lo que es relativamente sencillo obtener libros adaptados para el dispositivo que tengamos.
Hago esta vergonzosa relación sólo para poner en evidencia que a estas alturas es poco probable que alguien pueda responsablemente decir que no existe posibilidad de leer. El costo mismo del aparato amortiza en la compra de seis o siete libros en papel su coste, siendo lo demás "ganancia" en términos estrictamente económicos. El modelo más barato del Kindle cuesta $79 dólares, mientras que en Chile se puede conseguir por setenta mil pesos puesto en la puerta de la casa (poco más de USD $110), lo que, comparado con un solo libro es caro, pero considerando su potencial de almacenaje cubre sobradamente su coste.
Por ende, si alguien está interesado en la lectura y principalmente de literatura o sólo texto, el Kindle es una excelente opción, considerando que existe modelos que incluso tienen retroiluminación, por lo que ahora no dependen sólo de la luz día.

PERO EL PAPEL SE NIEGA A MORIR. 

Kindle y papel a la luz del sol
Hay algunos románticos que dicen que "no hay fotos mejores que las de los rollos" y que "no vas a comparar un CD con un MP3" -ni hablar de los vinilos-. Pero es particularmente en la relación libro electrónico vs libro papel en donde he tenido las visiones más favorables al "análogo". Leía en varios sitios de internet que después del entusiasmo inicial del que fui parte, el mercado de los libros electrónicos se estancó. Para el año 2018, en el mercado español (referencia considero yo, por la magnitud del mismo) las ventas de los libros electrónicos sólo alcanzaban un modesto 11%.
En mi caso particular, como empecé diciendo, también he ido decayendo y la razón no es más que un mero romanticismo. Lo mío ha tenido que ver más que nada con la disposición hacia el libro más que al formato mismo de lectura y quizás tenga que ver con la forma en que he adquirido los mismos. Actualmente sigo comprando libros en papel, pero siempre supeditados a que no existen en digital o que la diferencia es tan pequeña que no vale la pena comprarlo así (o no se encuentra gratis, porqué no decirlo). Y es que, por lo menos para mí, todavía es difícil comprar algo que no es físico. Claro, es un error, porque lo que importa es leer...pero es la razón de fondo.
Sin embargo, razonando bien las cosas, lo normal es que ambos sistemas coincidan. En efecto actualmente el digital no supera al papel y aunque las razones de fondo escapan de mi escaso entendimiento, lo cierto es que creo que ambos "sistemas" cuentan con sus ventajas y desventajas evidentes, que saltan a la vista. Sin perjuicio de ello, creo que hay unos parámetros objetivos que permiten decantar por el papel y es en los siguientes casos:
  • Libros de fotografías: me dirán que perfectamente se pueden ver en una pantalla de luz. Es cierto. En un kindle es más difìcil por su propio sistema de funcionamiento. Sin embargo, las fotos ciertamente se aprecian mejor en papel, creo que de eso no hay duda. 
  • Libros técnicos: Con ellos me refiero a aquellos que tienen relación con alguna rama de las ciencias. Por ejemplo, aquellos que muestran diagramas, diferencias de color, fórmulas matemáticas extensas, textos de estudio, etc. El kindle es capaz de mostrarlos, pero creo que por su uso es más recomendables tenerlos en formato papel o contar con un tablet de dimensiones grandes si se quiere en digital.
  • Libros en gran formato. Dice relación un poco con los dos. Tratándose de libros que fueron diseñados para ser distribuidos en papel y de gran tamaño, es prácticamente imposible verlos bien en cualquier pantalla electrónica a menos que tenga las mismas dimensiones.
Las otras razones que podrán esgrimirse para el formato papel siempre tendrán un poco de gusto del consumidor. Obviamente que las ediciones de lujo de determinados libros nunca se "sentirán" en un dispositivo electrónico, ni menos la sensación de pasar las hojas o de volver sobre ellas, por mucho que estos aparatos tecnológicos ofrezcan casi lo mismo e incluso mejorado. La experiencia lectora muchas veces tiene mucho que ver con la belleza estética del libro en sí -incluso a pesar de su contenido- y contra eso no hay dato objetivo que valga, sólo la mera apreciación de cada individuo. Hoy reconozco que hay determinados libros que tienen un aroma propio debido a los años que tienen, y el tacto de sus hojas nunca me lo ha transmitido un dispositivo que funciona con corriente.
Sin perjuicio de ello, no hay que perder de vista que esta entrada no es más que para comparar SOPORTES y que la misma no nos puede hacer perder el norte: lo que siempre importa es la lectura. Los Hermanos Karamasov o Cien Años de Soledad no son mejores ni peores libros porque se lean en papel o en digital, los contenidos de los libros no cambian dependiendo del formato en que se usan. El Kindle es un aparato extraordinario si se utiliza para literatura -en realidad para cualquier documento de texto plano- y de verdad espero traspasar mi entusiasmo por ese aparato si la idea es solamente leer y ahorrar espacio y peso cada vez que viajemos y queramos leer, o sencillamente si se puede vivir sin tocar papel. Las personas con afinidades ambientalistas deberían promoverlo en masa. Ahora si la idea es sentarse en la casa y hojear un libro, el kindle no es para eso....aunque perfectamente puede hacerlo.
Queda claro que no me decanto por un solo sistema y tampoco veo útil hacerlo. Hay pocas cosas más agradables que entrar a una librería y leer las contratapas de aquellos que nos llaman la atención. Hojear un libro es una experiencia única y clave para quienes gustamos de ellos porque conocemos que los libros tiene un valor intrínseco en tanto libros. El kindle no ofrece lo mismo, pero sí permite leer la descripción e incluso algunas hojas como demostración del contenido de texto a leer.
Ciertamente no es lo mismo, pero se parecen. Para gustos, colores.

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