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Notas Audiófilas Novatas II. Los reproductores portátiles.

En un post muy anterior y como inicio de un camino laaargo cuyo único objeto es obtener una experiencia musical mejor que la actual, me embarqué en la empresa de determinar el sistema de reproducción de archivos musicales digitales más conveniente.
Vimos en este post que el mp3 no fue, es, ni será el mejor formato de archivo de audio. Existen alternativas que permiten una reproducción sin pérdidas de información producto de la compresión y que ello, bajo dos circunstancias adicionales, podía provocar mejoras sustanciales en la reproducción: un buen reproductor de archivos y unos audífonos (recalcando que lo que se busca es mejorar la experiencia portátil -o portable por los que gustan del spanglish).
Actualmente el panorama es amplísimo respecto a los reproductores: no sólo existen dispositivos dedicados para ello, sino que los dispositivos inteligentes portátiles han logrado convertirse en los referentes. A la fecha, el alzamiento del smartphone como reproductor por antonomasia es indiscutible, no sólo por la idea de tener todo integrado en un sólo aparato, sino por las ventajas que éste aporta, que es permitir un sintonizador de radio, en muchos casos un sonido competente, la posibilidad de obtener contenidos por streaming (tidal o spotify, por mencionar algunas y dedicadas a la música). Sin embargo, este uso en muchos casos trae algunas desventajas: el consumo de batería aumenta, el uso de streaming conlleva un gasto alto de datos en los planes de consumo y muchos dispositivos son capaces de reproducir archivos de audio, inclusive sin pérdida, pero son débiles en cuanto a calidad de sonido y/o potencia de salida.
Siempre la necesidad de comprar un artilugio de estas características dependerá del consumidor: quien sólo escuche música ocasionalmente, quien utilice servicios de streaming o no quiera utilizar otro dispositivo para este efecto, preferirá el smartphone. Pero otros optarán por usar otras alternativas, particularmente ahora en que los dispositivos dedicados permiten conexión a través de planes de datos o conexiones WIFI.
Casi siempre en este blog he tratado de vincular la información que se encuentra en la red y llevarla a un tema práctico y personal, es decir, hablando desde mi experiencia de uso. En este caso, no puedo decir con soltura que tenga mucha experiencia con dispositivos utilizados, por ende, la aproximación deberá ser enfocada desde "el mejor de los mundos posibles" y después aterrizarlos a las posibilidades propias. Por ende, en primer lugar, hablaré de las condiciones ideales que debería tener cualquier reproductor de archivos (incluyendo los smartphones, tables o dispositivos similares, considerando que son, en sentido estricto, lo mismo), para luego analizar algunos, ya sea dedicados como "compartidos", es decir, que permiten otros usos.

En la búsqueda de un reproductor ideal.

Es bueno a veces asociar conceptos a ideas. De acuerdo a sus siglas en inglés, un reproductor portátil de audio se denomina DAP (digital audio portable). En muchos sitios se aborda la dicotomía entre DAP y el smartphone, en circunstancias que se trata de lo mismo: ambos son reproductores portátiles de audio.
La designación DAP, para que nos entendamos, vino a significar algo así como el "reproductor mp3" conocido anteriormente y que muchos de mi edad (mayor de 30 años) tuvo alguna vez. Para mi caso, el reproductor mp3 significó un salto enorme al pasar del walkman (cassette o CD) a un pequeño aparato que sonaba igual o mejor. Pero como vimos, llamar reproductor "mp3" es algo injusto: hay muchos reproductores que "leen" varios formatos, incluso algunos que para efectos audiófilos son mejores. El DAP, entonces, será utilizado acá como sinónimo de "reproductor portátil dedicado" y en contraposición al smartphone.
Pero, ¿sí en los hechos ambos son los mismos, deberían existir componentes o elementos comunes que determinen la calidad del audio? Así es. El "reproductor ideal" será aquel que tenga mayor autonomía (batería) y fácil carga; un sistema amigable para su uso habitual (software); que lea varios archivos de audio ojalá sin pérdida; que permita almacenamiento contundente; que no sea feo, a la vez que fácil de usar y liviano de (diseño); que ofrezca una excelente calidad de audio; que tenga potencia suficiente para que se escuche correctamente con determinados audífonos; así como otros elementos (conexión bluetooth, wifi o datos móviles, por ejemplo). Como ven, son varios aspectos a analizar y dependerá nuevamente del usuario quien determine a qué aspecto le dará mayor importancia, considerando que a veces algunos de ellos son incompatibles entre sí, o que siendo compatibles alcanzan precios muy altos, o que se prefieren algunas características a otras. Sin embargo, hay algunas cuestiones que son propiamente técnicas que al menos servirán de base y que, a mi parecer, es tremendamente relevante: calidad de sonido y potencia de salida. Aclaremos conceptos.

La calidad del audio. El DAC, el amplificador y su importancia.

Desde un principio: como se dijo en el post anterior, el elemento que marca las diferencias entre el buen audio y el que no, cuando hablamos de audio portátil, es el audífono (auricular). Es, además, el elemento que determina los matices del sonido: si le da preeminencia a los graves (bajos), agudos, o tienen un perfil medio. Existen perfiles de sonido y los audífonos son los que lo definen. En otro post, algún día, hablaré de ellos. Por ahora, respecto a la calidad de audio, lo que hace diferencias entre un dispositivo y otro, es el DAC -veremos que hay otro después-.
El DAC es un pequeño aparato inserto en todo reproductor (en sentido amplio) y lo que hace es convertir una señal digital a analógica: el archivo de audio es leído por el reproductor, el cual utiliza el DAC que lleva dentro y que transforma los ceros y unos de los archivos de audio digital en electricidad, la cual circula por los cables de los audífonos hasta llegar a la membrana que éstos tienen y que lo convierten en sonido -haciendo una explicación bien rudimentaria-. El DAC es propio de los reproductores digitales (y es obvio que así sea, por cuanto los reproductores análogos no lo precisan, como el cassette o el vinilo, por ejemplo), y pese a que todo reproductor tiene esta capacidad, es la diferencia entre DACs la que marca la calidad sonora del aparato en cuestión.
Imagen extraída del sitio head-fi
Las especificaciones técnicas que determinan cuál es un buen DAC y cuál no escapan de mi humilde conocimiento. Sin embargo, es tan importante conocer este parámetro que muchos de los fabricantes de dispositivos de archivos digitales incluyen esta información en su descripción y es bueno compararlos con otros reproductores. Es más o menos fácil decir que, a mejor DAC, mejor sonido.
Pero obviamente esto no acaba acá. La idea de todo reproductor, si se piensa en un sistema HIFI o que se precie de serlo, debería entregar una señal plana, es decir, que durante la conversión digital a analógica, mande esa misma información a los audífonos, sin modificaciones. Sin embargo, el DAC sólo transforma esta señal, no le otorga potencia al sonido...aquí es donde entra el amplificador.
El nombre del componente habla por sí mismo: es un elemento que debe tomar esta señal digital convertida y potenciarla de modo que la señal que llegue al audífono permita escuchar lo que proviene del reproductor. La díada DAC/amplificador es entonces relevantísima. Existen varias personas que no están de acuerdo con la idea de que el reproductor entregue una señal plana, pero lo cierto es que es imposible que esta señal sea de esta forma en un 100%: por definición, el amplificador otorga algún "matiz" de sonido al reproductor, conocido como distorsión. Lo ideal sería de una distorsión cero, y se considera un buen indicador que dicho número sea cercano a él: el DAP que yo utilizo tiene una que alcanza al 0,007% que es uno de calidad media-baja. Acá tenemos entonces que el amplificador debe entregar una señal suficiente para que el audífono a utilizar sea reproducirlo de buena manera, pero que ésta sea lo más plana posible. La potencia de salida del reproductor se mide en mW y lo entrega cada fabricante, lo que no es sinónimo de buen sonido per se, sino sólo de potencia: en dicho caso lo aconsejable será analizar, en su caso, el tipo de música que escucho, el reproductor que usaré para ello y los audífonos que hagan un mejor "match" con el reproductor.
Existen un sinnúmero de datos y especificaciones técnicas para determinar cuál reproductor tiene mejores números. Para el usuario no experto estos números tenderán a la confusión y probablemente otorgarán mucha información para quien no sea capaz de traducirla -dentro de los que me cuento-. Sin embargo, la red proporciona bastantes datos en donde conviven ambas experiencias: técnicas y de uso. No olvidemos que la escucha es una experiencia personal de orden sensorial y depende no sólo de los aparatos que usemos, sino también de la persona que escucha (incluído el deterioro del oído con el tiempo), del ruido externo y un largo etc., por lo que la subjetividad está a la orden del día.


La utilidad de la información.

Cualquiera pensaría que todo lo que explico no sirve de mucho, lo que desde cierta perspectiva es cierto. Por un asunto personal me gusta entender aunque sea de forma parcial cómo es que funcionan las cosas y luego profundizo si la situación lo amerita. Sin embargo, en este caso particular, la abundante información sólo le será útil a quien sea capaz de traducirla, y por ello siempre he confiado más en las experiencias de otras personas que las comparten por internet.
Existe numerosos sitios en donde conviven ambos mundos: el de las especificaciones técnicas y el de las experiencias de uso y la riqueza con otorgan ambos permite tomar decisiones informadas. Los reproductores cuestan dinero y la mejor forma en que podamos optimizar nuestros recursos es saber más o menos qué es lo que obtendremos por el dinero que pagamos.
La elección de un reproductor es tarea ardua, pero sumamente agradable. De las numerosas alternativas que existen en todos lados, la compra siempre dependerá de las circunstancias domésticas, pero en ningún caso frustrante: hay aparatos para todo el mundo. Las diferencias entre muchos de ellos no son abismantes como para dejar un aparato por otro, por ende también se deben matizar las expectativas al respecto, debido a que estas diferencias son muy notorias en los auriculares (audífonos), pero no tanto en el resto de la cadena.
Analizaremos muy brevemente determinados aparatos que he probado en términos audiófilos, por si sirven para alcanzar una decisión.

Aparatos compartidos (no sólo sirven como reproductores de audio: smartphones y tablets, principalmente):

- Iphone 4S: Actualmente se trata de un dispositivo absolutamente desfasado. Sin embargo, se ha destacado en términos de calidad de sonido, debido al DAC integrado -existiendo muchas opiniones en que en términos de calidad fue mejor que sus dos sucesores, particularmente de los últimos modelos que se decantaron por la conectividad y rechazando los cables-. Se cae en términos de potencia de sonido y es más amigable con audífonos más sensibles. En términos de experiencia de usuario y diseño, como todos los productos Apple: extraordinaria. Habiendo sido por mucho tiempo usuario de ipod's, siempre creí que la familia de la manzanita en realidad tenía su valía por sus interfaces de usuario, experiencia y comodidad.
Sin embargo, el sistema de transferencia de archivos es complejo: se debe usar un programa propietario (itunes), en el cual debe crearse una biblioteca que después debe transferirse al dispositivo en el mismo programa. Lee archivos mp3 y los propietarios de la marca, incluyendo algunos sin pérdida. También permite la lectura de archivos FLAC mediante la instalación de algunas app.

- Ipad Air: Valen los mismos comentarios que lo dicho anteriormente. Es más o menos obvio que en términos de portabilidad el ipad no la lleva.
Tiene un potencial oculto, pero que en mi caso particular no he probado y se refiere a la posibilidad de instalarle un DAC externo**, aprovechando su interfaz de usuario, pero sacando aún mayor sonido que el que da, aunque ya sería para uso completamente estacionario.
**Quizás algún día profundice en ellos.

- Samsung Galaxy A3: Como verán, ningún aparato de los que acá menciono son precisamente equipos de altísimo costo ni muy nuevos. Este smartphone en particular entrega un sonido competente, aunque bien cargado en los bajos y con poca potencia de salida.

Aparatos dedicados (aquellos sólo referidos a la reproducción de audio):

Aquí sin duda deberían referirse los llamados reproductores HIFI (Alta fidelidad), pero el caso es que no cuento con alguno que cumpla con esas características en propiedad. Sin saber mucho sobre el asunto comencé a escuchar música digital en ipods (a lo que no me referiré por el tiempo ya que los dejé) y posteriormente me abrí a otros reproductores que, aunque inferiores en software, ofrecían muchas más posibilidades y hasta mejor sonido, por un menor precio.

- Sandisk Clip Sport: Pariente de unos reproductores ultraconocidos en el mundo del sonido digital portátil, los sansa. Enfocado principalmente en la portabilidad, era de aspecto plástico (aunque no debilucho) y con un clip -que es lo que le da el nombre- y que perfectamente se acopla en la ropa. En aquel tiempo significó una mejora impresionante con respecto al último ipod que había tenido (el ipod nano 6g) en términos de sonido: permitía la lectura de flac, con mucha más potencia. Además de su memoria interna (4g), permitía el uso de tarjetas microsd, en los que la carga de archivos era directa (evitando la lata del itunes). A diferencia del resto de sansas, el Clip Sport no permitía la instalación del software rockbox, que consiste en una interfaz de usuario con multitud de opciones sonoras. Murió a manos de mi hija mayor, quien no encontró nada mejor que jugar con él en el agua...

- Ruizu X02: de fabricación china, se vendió en su momento como el gran reproductor HIFI de bajo costo. Aunque en todas partes se les niega el carácter Alta Fidelidad, lo cierto es que su precio era muy reducido para las prestaciones que ofrecía: reproducción en FLAC, radio, almacenamiento interno y externo vía tarjeta SD y un sonido potente y de calidad. Su precio actual es de USD 15 a 20, por lo que es realmente barato. 
Es de señalar que su sonido no era plano. Probado con diversos audífonos, varios de ellos de perfil medio, se notaba su tendencia a realzar los bajos. Sin perjuicio de ello, en términos de potencia de mucho mejor performance que los ipod que probé y casi a la par que el Sandisk anterior.

- Benjie K9: también de fabricación china. Este reproductor es igualmente barato y tiene casi las mismas especificaciones que el anterior, con la diferencia que su construcción era mejor al ser de metal. Sin embargo, su software era confuso y finalmente tuve que instalarle uno de otro modelo, con el cual al menos funciona. Personalmente no lo recomiendo por sobre el anterior.

- Colorfly C3: de fabricación china, aunque ampliamente conocido en el mundillo del audio. Permite la reproducción de archivos WAV de 24bits y flac de 16bits. Tiene un sonido genial, aunque respecto de algunos audífonos se puede quedar un poco corto en términos de potencia. Su interfaz es un poco extraña y los táctiles no suelen ser lo sensitivos que uno espera, particularmente considerando el año en que estamos. Sin embargo, lo que no tiene lo supera con creces respecto a la experiencia de sonido. Se trata de un reproductor barato, aunque no más que los dos anteriores, pero está construido enteramente en metal y he podido cerciorarme que aguanta caídas desde mi altura hasta el pavimento. Una vez acostumbrado a la interfaz, sólo se debe apreciar el sonido. Permite la inclusión de tarjetas SD de hasta 32Gb -hay algunos que aseguran haberlo probado con 64GB, aunque en mi caso no es así- y cuenta con una memoria interna de 4GB. Lo malo, el cable a utilizar es una versión más antigua del cable clásico microusb, por lo que su carga puede ser un problema de no contar con él.

- Benjie T-6 / Agptek Rocker: El mejor de los que he probado. Permite la reproducción de archivos FLAC de alta resolución e incluso DSD. Permite conexión bluetooth (4.0), sin que decaiga tanto la calidad de sonido. En términos de especificaciones, son altas: contiene el mismo DAC que el Fiio M3 (un reproductor de marca reconocida) y también un amplificador calificado. No cuenta con memoria interna, pero sí puede instalarse una memoria externa de hasta 256GB. Su construcción es entera en metal. Como he puesto al principio, tiene dos denominaciones, la primera proveniente de su fabricante chino y la segunda, una especie de versión de exportación prácticamente igual, aunque imagino que certificado en términos de calidad.
Extraido del sitio head-fi
En calidad de sonido es superior al Colorfly C3 y sin duda lo supera en todo lo demás: archivos permitidos, potencia de sonido, conectividad bluetooth, etc. Y todo esto por un precio que bordea los USD 45 a 50. Hay varias opiniones al respecto de este reproductor acá y acá.

** Fiio X1: Al poco tiempo de terminar este post ocurrió lo que no debía ocurrir, perdí el T6. Ayer lo lamenté, pero hoy no puedo estar más contento. 
Muy conocido reproductor en el mundo audiófilo, el Fiio X1 (primera versión) es sin duda mejor que todos los anteriores -y más caro-. Existe una revisión extraordinaria en español de este DAP y creo que es más de lo que yo podría decir acá. En términos de sonido es impresionante -comparado con los anteriores-, el sonido no prefiere ninguna frecuencia en particular, pero es más armado y tiene más presencia. Lee archivos .cue y cuenta con salida de línea, además de ecualizador gráfico personalizable (aunque yo no lo ecualizo el sonido). Lo único que le echo en falta es la duración de la batería, que debe rondar las 8 horas, quizás con dos más habría sido perfecto.
** Editado e incluido el día 25 de junio de 2018

Y ahora, aquellos de los que todos hablan. Reproductores más calificados, aunque más caros que los que yo he puesto acá. Es probable que existan diferencias notorias entre ellos, pero el listado se agranda con los siguientes, en orden creciente en cuanto a precio: Xduoo D3, Xduoo X3, Hidisz AP60, Fiio X3, Canyin N3, Shanling M1, Fiio X5, Shanling M3, Cowon X9, Cowon Plenue, cualquier Astell.

NOTAS AUDIÓFILAS NOVATAS:
PARTE I: Los archivos de audio.
PARTE III.1. Los auriculares (audífonos)

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