Un minúsculo trozo de historia fotográfica. La Contax 167MT

Las marcas. Según dice todo el mundo, asociar un nombre a un producto cuesta mucho, particularmente si esta vinculación obedece a algo de buena calidad, cuando se habla de ellas por su excelencia (Apple, Channel, Harrods, Mercedes Benz y un largo etc.). Casi cualquier objeto que utilizamos tiene su versión “profesional” o “premium” y no pocas personas están dispuestas a buscar esa excelencia a nivel de estos objetos.
Obviamente en el mundo fotográfico de ayer y hoy hay ejemplos de marcas de excelencia. Sin embargo, las cosas han cambiado y a la excelencia se ha unido las necesidades del mercado. Nikon o Canon, las más conocidas de la industria, sacan productos enfocados a distintos segmentos de públicos o necesidad (profesional / intermedio / de consumo). Sin embargo, cuando hablamos de excelencia los nombres asociados son ciertos productos con un potencial de usuarios reducido o, derechamente, otras marcas cuyo estándar es siempre alto, como Leica o Hasselblad.
Bueno, esta larga perorata que introduje sirve para explicar cómo fue que para hacer este post me enfoqué específicamente en una marca y bien conocida en el mundo fotográfico: Contax. La que otrora fuera la única competencia de la Leica y un verdadero ícono del mundo fotográfico, hoy se trata de una mera patente –aunque muy valiosa-. La historia de la marca y de la serie de cámaras que se produjeron con su membrete cuenta con más de 70 años de historia, en la que se le asoció a calidad y confiabilidad. Hoy en día sólo quedan reseñas, libros y cámaras que ya se pueden considerar como de colección…

A modo de introducción. Brevísimo repaso a Contax.
Contax en realidad no es la marca de una empresa en sí, sino la primera de una larga cadena de cámaras, no todas asociadas entre sí. La primera Contax fue producida por la empresa alemana Zeiss Ikon en 1932 y, como se dijo, constituyó la única rival de la Leica que se había producido poco antes y que, a la postre significó la masificación del formato de 24x36mm (o conocido como 35mm, las medidas de una cámara full frame actual). La historia de Zeiss Ikon da para largo y por eso mismo los remito a las fuentes de información correspondiente por si quisieran detallar. Lo cierto es que a la llegada de la década del setenta el mundo fotográfico había mudado de capital hasta Japón y marginado a Alemania, antes la gran potencia, a un segundo y bien rezagado plano. Sin embargo, el legado de la producción de cámaras y objetivos alemanes naturalmente sirvió para sentar la industria tal como la conocemos hoy, particularmente desde la óptica en donde, indudablemente, siempre tuvieron una enorme reputación.
De la imposibidad de Zeiss Ikon de competir con los japoneses en materia de costos es que surgió la colaboración de la empresa alemana con Yashica a inicios de la década del ’70 del siglo pasado. Esta última también fue fabricante de cámaras y ópticas con bastante reconocimiento (sólo para ejemplificar, las Yashica 35 Electro GSN y la saga de cámaras TLR, una verdadera familia), pero claramente mucho menor de lo que en ese momento era Nikon. El convenio entre ambas significó que el diseño de cámaras y objetivos continuaría en Alemania, pero la producción se haría en Japón. Asimismo, al ruedo se unió el grupo Porsche (sí, el de los autos) y de esa tríada nació la Contax RTS (que para identificarla llamaremos “RTS I”).
La Contax RTS introdujo una nueva montura al mercado que se denominó Contax/Yashica o sencillamente C/Y (bastante innovador como pueden ver) y se pensó en una cámara dirigida al mundo profesional: aparte de cosas obvias como la calidad de construcción, incluía pantallas de enfoques intercambiables, motores de arrastre, controles remotos, etc. De esta primera RTS luego surgieron dos más, también enfocados al rubro profesional y que se conocieron como RTS II (1982) y III (1990). Simultáneamente a la primera Contax RTS aparece la "Yashica FX-1", primera cámara con la montura C/Y pero con la marca Yashica, ambas producidas por la misma empresa y dirigidas a mercados diferenciados, ya que la FX-1, sin ser una mala cámara no alcanzaba el estándar de la RTS. Está dualidad de productos - y diferenciación - se mantuvo durante toda la vida de la montura, produciéndose cámaras y objetivos 'contax' y 'yashicas'.
Ya para el año 1983 se habían producido varios modelos de cámaras y objetivos para la montura CY, periodo en el cual Yashica (y a su vez Contax) pasó a ser propiedad de Kyocera. Esta última empresa mantuvo "el modelo de negocios" por decirlo de algún modo, manteniendo el diseño de las cámaras y objetivos Contax en Alemania pero manufacturados en Japón. Fue bajo estas condiciones en que se produjo la Contax 167MT.
La cámara.
Corría el año 1986 y salía al mercado la Contax 167MT. Las prestaciones de la cámara son bastante notables y trataré de resumirlas en los siguientes puntos:

• Obturador controlado electrónicamente y que permite velocidades entre 1/4000 a 16 segundos.
• Seis modos de programa: Manual, TV (prioridad a la apertura), Program, Program High (prefiere velocidades de obturación altas) Program Low (en oposición a lo anterior). Estos tres últimos modos sólo funcionan con objetivos que incorporan una tecnología especial y que referiré más adelante.
• Modos de medición ponderada al centro y spot a través de un dial ubicado cerca del disparador. Posibilidad de bloqueo de la exposición (AEL) pasando del modo puntual.
• Incluye pantalla LCD con la información mas relevante (ISO, modo de disparo, velocidad, diafragma, número de frame).
• Visor muy luminoso con un ángulo de cobertura del 95% e información con led al interior, retroiluminado).
• Reconocimiento de ISO a través de códigos DX, sin perjuicio de selección manual entre ISO 6 a 6400.
• Dial de compensación de la exposición (+/- 2 en tercios de punto) donde habitualmente se encuentra el dial de velocidades en las cámaras clásicas.
• Introducción de un sistema de autobracketing, por el cual la cámara podía realizar tres tomas iguales variando la exposición entre la normal y la sobre y sub conforme a, parámetro que se regulara (si habría diferencia de medio punto, uno entero o de 1,5).
• Selección de modos de disparo en S (single, un disparo es una foto), C (continuo, dispara mientras se encuentre presionado el disparador a un máximo de tres fotogramas por segundo).
• Alimentación a través de pilas AAA.

El control de los mandos es sencilla, si usáramos la cámara en manual el diafragma se opera en el dial correspondiente al objetivo, mientras que las velocidades a través de una palanca que se encuentra en la parte superior del cuerpo y que puede ser manipulada fácilmente con un solo dedo -no existe una rueda con velocidades que es lo más usual-. Lo mismo respecto al enfoque, el que se lleva a cabo a través del anillo que se encuentra en el lente. En este sentido, pese a que el funcionamiento de la cámara en sí es completamente electrónico, su manejo no dista mucho del de una cámara réflex normal de la época en que los automatismos no eran tan comunes.
Cabe destacar la excelente calidad del visor el que, si bien, no alcanza la calidad del que incorpora la Olympus OM-2, por ejemplo, cumple excelentemente su cometido, particularmente considerando que el enfoque es manual.

Los lentes.

i) Carl Zeiss. El Planar y la famosa inscripción T*.
Creo que es en este punto en donde me habría encantado enfocar el análisis de estas cámaras. Como se dijo, conjuntamente con las cámaras se produjeron objetivos para la montura C/Y tanto por Carl Zeiss como por Yashica. Los producidos por Carl Zeiss, fiel a su tradición, fueron considerados el “estado del arte” y comprenden variedad de lentes, desde ‘ojos de pez’ a grandes teleobjetivos y zooms. La montura y evolución de estos lentes no varió demasiado y quizás lo único atendible es que, a partir de 1984 se incorporó una mejora en el sentido de permitir que a través de la cámara pudiera controlarse el diafragma, lo que abrió paso para la posterior incorporación de los modos Programa y prioridad a la velocidad -con los que la 167MT ya cuenta-. A estos lentes se les conoce como MM (por multi mode) y destacan de los restantes en que el diafragma más cerrado está marcado en verde y que debía seleccionarse dicha apertura para obtener sus potenciales. Las versiones anteriores (no MM) se les denomina AE y sólo permiten el uso de los modos manual y prioridad en la apertura.
No puedo agregar mucho más sobre estos siempre bien referidos lentes, ya que muchas veces sus precios son privativos, particularmente para un uso recreativo y no profesional. Por fortuna, recientemente logré hacerme de uno, pudiendo comprobar ahora que el prestigio del que gozan no es gratuito. El ejemplar que poseo lo conseguí de segunda mano en muy mal estado de conservación y sólo quedó utilizable luego de enviarlo a un amigo que lo reparó a cambio de un rollo 120. El Planar 50mm f/1,7 es versión AE y de todos modos quedó con un leve desperfecto el que fácilmente puedo obviar para su uso, lo cual, sin embargo, no constituyó un límite para qué finalmente probara su desempeño en la cancha.
En términos generales, además de contar con una construcción muy robusta y obviamente una larga tradición en el diseño de lentes y avances ópticos, Carl Zeiss incorporó en estos diseños un recubrimiento especial y que aparece en estos lentes marcados como T*. Los recubrimientos -los famosos coating- que son capas que se agregan a las lentes y cuyo objeto es aumentar el contraste y reducir el flare, aunque algunos indican que se trata de una estrategia de marketing similar a la de los famosos pentax con la inscripción SMC (Super Multi Coated). Sin embargo, en este caso se trata de siete capas de recubrimientos optimizados para cada porción del total del espectro de luz blanca y juntos cubren el total del espectro visible. El espesor de cada capa de recubrimiento es 1/4 de longitud de onda de la frecuencia de luz a la que está dedicada la capa. La luz se desplaza 1/4 de longitud de onda a medida que pasa a través del revestimiento la primera vez. Si el fotón es reflejado, pasa a través del revestimiento antirreflejo nuevamente y cuando eso ocurre, se cambia de fase a 1/4 de longitud de onda otra vez, por lo que el fotón reflejado está desfasado en 180 grados y es aniquilado.
Lo anterior redunda en dos cosas: elimina los reflejos de las superficies internas de los lentes, lo que incrementa la transmisión de la luz a través de ellos reduciendo el flare; además mantienen una transmisión cromática a través de diferentes lentes Carl Zeiss lo que -en palabras del fabricante, es el único que lo hace- permite que el espectro de color de los lentes de la misma familia tengan todos el mismo espectro de color, incluso aunque varíe la fórmula óptica del objetivo (fascinante).
En cuanto al Planar, su diseño es un poco más nuevo que la fotografía: data de 1896 por Paul Rudolph de Carl Zeiss, de seis elementos en 4 grupos. Obviamente este diseño fue modificado posteriormente y la versión que reseño ya consta de una fórmula de 7 elementos en 6 grupos con un ángulo de visión de 45º. Su distancia de enfoque mínima ronda los 60mm y permite filtros y parasoles con un diámetro de 55mm; su apertura mínima es f/16. En todos lados destacan su amplia nitidez y resolución, incluso a plena apertura -aunque presenta un leve viñeteo cuando se usa en esas condiciones- y con un bokeh muy lindo. De ambas cosas recién me estoy enterando ya que sólo he podido usarlo en una oportunidad.
ii) Yashica y sus modalidades.
Creo que puedo hablar con más propiedad por acá, ya que han sido los lentes Yashica a los que recurrí mayormente: Yashica Lens ML 50mm 1:1.9, Yashica Lens ML Zoom 75-150mm 1:4 y Yashica Lens MC Zoom 35-70mm 1:3.5-4.5. Resulta difícil de creer, pero muchos de estos lentes (me refiero a determinados objetivos, no a los míos) gozan de muy buena reputación y no pocos los han comparado a la par de los Carl Zeiss. Aunque creo que se trata de una pequeña exageración, sí podría decirse que la diferencia entre unos y otros no sea tan grande como la que existe a nivel de precios. Como sea, que en varias partes se hable del asunto creo que no hace más que confirmar que se tratan de buenos vidrios.
Eso sí, es bueno saber que existe un enorme universo de objetivos para la montura y que no todo lente Yashica para montura C/Y es igual, ya que incluso se produjeron modelos para 'cada necesidad'. Para ello debe recurrirse a cierras inscripciones en la parte frontal de estos y que corresponden a las siguientes nomenclaturas: ML, MC, DSB y YUS. De acuerdo a la información que entrega la red estas nomenclaturas significarían:
ML, de multi layer (multicapa). Son los que gozan de mayor reputación y los que habitualmente se comparan con los Carl Zeiss.
MC, de multi coated, que serían idénticos a los anteriores, aunque existe discrepancia.
DSB, que serían las opciones más económicas por tener un solo recubrimiento (single coated)
YUS, de Yashica United States, las versiones DSB para el mercado de ese país, igualmente de un solo recubrimiento, aunque su rendimiento sería algo mejor que los anteriores.
Las impresiones que tengo de mis objetivos es de las mejores, considerando al precio que los adquirí: en ningún caso superaron los $40usd, comprados en Chile de segunda mano, salvo el Yashica MC 35-70mm, el cual compré nuevo e incluso en su caja original a través de ebay. Sin perjuicio de lo anterior, no es fácil encontrar yashicas ML -que sería lo más recomendable- a precios muy bajos por las razones que ya se dijeron, por lo que uno en buenas condiciones puede considerarse siempre como una compra segura si es a un precio razonable.
¿Vale la pena tener algo así por estos días?
Evito dar respuestas absolutas casi siempre y acá no será una excepción. Siempre depende. Para mí, el plus de una cámara como esta será la posibilidad de usar lo mejor que se produjo en ópticas, los objetivos Carl Zeiss, no sólo para usarla dentro del mismo sistema (es decir, de una cámara con montura C/Y) sino por la posibilidad de adaptarlos tanto a otras cámaras de paso universal análogicas como a casi cualquier DSLR o mirrorless. Verán que en casi cualquier revisión estos lentes obtienen excelentes valoraciones y creo que eso no es casual. Naturalmente el impedimento para adquirir este tipo de material será su precio; sin embargo y tal como he comentado en otras oportunidades, en el mundo analógico importa más el objetivo que la cámara por lo que nunca será una mala inversión, pensando que es posible utilizar en vez de una Contax, una de las cámaras Yashica y que también hay de muy buena factura.
No obstante, la enorme ventaja es la amplitud de posibilidades que existen para adquirir equipo y que puede acomodarse a cada necesidad: idealmente pretendería tener alguna de las RTS o las de la serie X de Contax, pero nada impide usar las Yashica. Lo mismo vale para los lentes y es de la forma en que lo he hecho hasta hoy, usando la Contax 167MT con lentes Yashica, ambas con resultados aceptables.
Sin perjuicio que hoy se trata sólo de una marca y de la importancia que debería darle cada uno a ellas (en su mérito, apreciando lo bueno y sin ser ciego frente a lo que no lo es), personalmente tener esta Contax ha significado extraer un minúsculo pedazo de historia de la fotografía y dejarlo para mí, reconociendo en ella una tradición de la que nunca llegué a ser parte por quedarme abajo de un barco que ya había naufragado hace tiempo.
Las fotos de muestra.
Unos pocos ejemplos de fotos que he tomado con cada objetivo.

Planar 50mm f/1,7

Yashica ML 75-150mm

Planar 50mm f/1,7

Yashica MC 35-70mm

Yashica ML 50mm f/1,9