Para quienes aún disparamos en analógico y gustamos de coleccionar cámaras y artilugios de aquel mundo, puede que la utilización de herramientas digitales no sea necesaria o no vengan al caso.
Sin embargo, desde mis inicios comprendí que la tecnología puede ser muy útil, no sólo a la hora del disparo, sino también en el proceso de laboratorio. No sólo me refiero a la búsqueda de información: en la red se encuentra casi todo documentado, desde cámaras y objetivos hasta el más simple artefacto construido. Los fabricantes de películas más o menos importantes tienen sus fichas técnicas publicadas en Internet, y la opinión de otros fotógrafos o usuarios hace que la lectura de sitios, foros y blogs sea sumamente enriquecedora e ilustrativa -como sucede, en general, con casi cualquier tema en particular, donde Internet suele ser la fuente primaria de cualquier ámbito-.
No obstante, me referiré aquí a herramientas de uso directo que pueden ser útiles, tanto al momento de fotografiar, como al de postproceso en análogico.
Suena irónico, pero la utilización de una cámara digital compacta, o la misma de un teléfono celular, la recomiendo encarecidamente, particularmente para quienes aún se inician. No la recomiendo para obtener copias finales, sino que es un medio económico de "previsualizar" una fotografía, sin mayor coste que la pérdida de un fotograma (que en película puede resultar un poco más caro). Si la cámara de nuestro teléfono permite hacer zoom y establecer ciertos parámetros (como el blanco y negro) podremos tener una anticipación aproximada de la fotografía, particularmente del encuadre a obtener como de la conversión de los colores a los tonos de la escala de grises cuando usemos film blanco y negro. Lo anterior permitirá tomar decisiones importantes: si el motivo merece ser fotografiado podremos modificar el encuadre o corregir el contraste, por ejemplo, utilizando algún filtro de color. Ello por supuesto nos ahorrará película y, lo que es mejor, podremos tener alguna certeza que la foto será la esperada cuando la revelemos, con las ventajas que conlleva la utilización de película fotográfica.
Algunas cámaras compactas, como también las que se encuentran en celulares, permiten la medición de la luz de forma directa o utilizando una aplicación especial para ello. En las plataformas más conocidas (Android e IOS) se encuentran apps que emulan a un fotómetro de mano, las cuales otorgan mediciones de luz con cierta fiabilidad. Lo anterior no será importante cuando usamos una cámara que cuenta con fotómetro incorporado, pero sí adquirirá relevancia en aquellas que no lo tienen. No hay que ir más lejos, las primeras apetecidas y caras Leica no cuentan con fotómetro incorporado, por lo que se debía adquirir uno aparte: si no se cuentan con recursos para ello, el celular será una buena alternativa. Hay quienes desconfían de la fiabilidad de esto artilugios en las mediciones, pero utilizando film, particularmente monocromo, podemos tener cierto margen de error en la exposición sin temor a perder la foto. Una vez que se han hecho las pruebas respectivas (como con CUALQUIER herramienta de medición) podremos obtener resultados fiables y personalizados.
Existe en el sistema IOS una aplicación -que no he utilizado pero que se ve muy atractiva- que permite ir introduciendo los datos de cada disparo en una especie de carrete virtual, en el cual podemos escoger la cámara a utilizar y la película escogida: en ella marcamos la sensibilidad ISO, la velocidad de obturación y el diafragma utilizado, para luego, al momento del procesado, contar con esa información relevante para evaluar los negativos. Esta aplicación es de pago y limitada a un sistema en particular, por lo que yo he tomado sólo la idea, usándola de una forma más rústica: en una aplicación virtual de notas (Evernote o Google Keep, esta última que es la que utilizo), anoto la cámara y película utilizada, el Índice de Exposición de la toma, los objetivos utilizados, fecha de inicio y término del rollo y otra información relevante -indicaciones para el revelado, uso de filtros, observaciones posteriores al revelado-, como también, en determinadas ocasiones, el seteo diafragma/velocidad utilizado. Luego, esa misma nota la guardo conjuntamente con las fotos escaneadas y me sirven de parámetro para ver qué fue lo que falló en la toma o demás información que crea útil para el futuro.
Por último, aunque no era la idea, sí quería destacar una aplicación en particular: Massive Dev Chart. Desarollada por la web Digital Truth, la cual es una fuente importantísima de películas, tiempo de revelado, fórmulas, etc., creó esta aplicación para que además sirviera como "timer" que acompaña todo el proceso del revelado del negativo. La misma app ofrece la posibilidad de seleccionar una película y revelador específico y otorgar el tiempo de revelado recomendado (sobre este punto debe estarse con cuidado debido a que los tiempos son sugeridos), como también personalizaciones para hacer forzados (lo cual también debe ser con cuidado), y establecer parámetros personalizados de tiempo de revelado propiamente tal, paro, fijador y otros baños que podamos agregar, como también al momento y duración de la agitación. Entrega las diluciones recomendadas para reveladores entre stock y agua, indica exactamente la cantidad de revelador a utilizar por el total de líquido a utilizar en el revelado, etc. Aunque no trae información sobre papel fotográfico ni tiempos de revelado, es fácilmente configurable para ese efecto y puede ser de mucha ayuda durante la obtención de copias al acompañar todo el proceso. La aplicación es de pago, pero cualquiera que desee no pagarla no lo hará: siempre hay alternativas en la red.
Sin duda alguna hay un montón de aplicaciones que también podrían ser analizadas -por ahora probaré a una tablet como mesa de luz alternativa-. Se encuentran por montones en la red: cálculo de la distancia de un objeto que puede ser útil para cámaras de visor directo; cálculo de la profundidad de campo a obtener dados ciertos parámetros; obtención de los datos de trayectoria del sol y tiempo de duración de la "hora azul", etc., todas que hacen de la fotografía analógica una experiencia más rica sin que necesariamente pierda su esencia,
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