Creo que será mi última adquisición respecto a cámaras en un larguísimo tiempo, y me alegro que esta sea la coronación de una colección que he ido acrecentando a punta de búsquedas de ofertas por internet y plata que podría haber usado mejor. Mi décimotercera cámara operativa análoga es completamente distinta a las demás, que se habían caracterizado por tener controles manuales y exigen tener conocimientos para su uso: esta es casi completamente automática, muy compacta y fácil de usar.
La Olympus-35 EC es parte de una serie de cámaras producidas por la empresa japonesa homónima dirigidas al gran público, con características bien definidas: facilidad de uso, tamaño compacto y alta calidad. Se trata de cámaras de 35mm (paso universal) y se pueden encontrar varios modelos que, en esencia, pueden ofrecer distintas prestaciones, habiendo algunas bastante cotizadas por sus excelentes prestaciones (Olympus-35 SP, por ejemplo, que alcanzan precios bastante altos de segunda mano).
En particular la mía es intermedia, no es lo más bajo de lo serie, pero tampoco lo mejor. Como ya les expliqué, es completamente automática por lo que se requiere solamente insertar sus baterías (tema del que ya hablaré), cargar el rollo, seleccionar la sensibilidad de la película (ISO/ASA) y comenzar a disparar. Lo único "manual" es el enfoque, que se hace moviendo un anillo en el objetivo. El lente indica la distancia en pies del enfoque, mientras que el visor ayuda en esa tarea ya que muestra 4 figuras que significan paisaje, retrato grupal, una especie de plano medio y primer plano y que a medida se mueve el enfoque se va marcando la que corresponde.
Para fotografiar, debe presionarse el disparador levemente, lo que fija la exposición. Sabemos esto debido a que se enciende una luz anaranjada en la parte superior de la cámara, lo que también se puede apreciar en el visor mismo. El resto es simple, presionar el botón y pasar a la próxima.
Lo que me ha sorprendido es su objetivo, un 42mm f/2.8, que es increíblemente nítido. Se nota su buena construcción y, como han señalado en otros lugares, su calidad es bastante más que aceptable.
Pero no todo son buenas noticias: las baterías. La cámara usa unas antiquísimas pilas PX400, de gran tamaño y de mercurio, inexistentes al día de hoy. Hay alternativas de óxido por internet, pero obviamente que no en mi ciudad (y caras) así que busqué alternativas. En definitiva, buscando en la bendita red, me resultó con dos pilas 675 de zinc-aire (de esas que se insertan en los audífonos de 1.4v) pero con un truco: hay que poner ambas pilas en el polo positivo de la cámara, mientras que el compartimiento donde debería ir la pila "negativa" debe rellenarse con papel aluminio con el objeto que sólo haga contacto. La cámara funciona correctamente de esta manera, pero ha tenido un solo problema: no se enciende la luz amarilla que indica la exposición (ni hablar de la supuesta lucecita azul que se enciende con el flash o cuando hay baja luminosidad). Pese a que el manual indica expresamente no tomar fotos si no se enciende la famosa luz, vi que el obturador disparaba así que lo hice igual.
La película utilizada es la que comenté en la otra entrada, la Kodak Vision2 50D diseñada para cine. Los resultados creo que mejoraron en esta pasada, pero el revelado aún no es completamente satisfactorio.
Bueno, acá las fotos. Como ya saben, siempre expongo acá imágenes de prueba, fotos que tomo más a mano para revelar rápido y probar el funcionamiento de la cámara.
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