Septiembre es el mes de la Independencia de Chile. Este año son casi 5 días de festividades por los azares del calendario. Como todos lo años -y no exento de una discusión :D - salí rumbo a mis tierras natales. El viaje obligado es el siguiente: Paradero U. de Talca, micro N° 5, Avda. Lircay, Cancha Rayada, 11 Oriente, caminar al Terminal de Buses. La locomoción a Orilla de Maule (mis tierras/ camino a Colbún / Yerbas Buenas / provincia de Linares) sale cada 1 hora en épocas de festividades, por lo cual, y como es norma en mí, llegué muy a destiempo. Naturalmente comprenderán uds., que los terminales de buses ofrecen oportunidades únicas para captar rostros, momentos situaciones...Es obvio, la gente que espera, el tedio, algunas conversaciones, etc.
Contrario a todo pronóstico, no debo esperar tanto el bus. En 45 minutos aproximados, me bajo en el Km. 15 de Orilla de Maule, al borde del Canal Inela. Unos minutos a pie hacia el sur, por el camino de tierra y arribo a la casa de mis amigos.
Como siempre, lo típico. El caballo
El ahijado y su hermanito
Amigos, asado y cariño
Quizás lo único distinto fue la reciente llegado de una alpaca para engrosar la larga lista de animales que tienen en el campo. Es un animal muy bello, afable, dócil y hasta tiernucho, pese a su tamaño y proporciones.
Sin embargo, deliberadamente omití algo importante: la mamita se encontraba en mal estado de salud desde hace varios días y eso tenía un poco opacado mi visita al campo. Algún día quizás les hable de ella, pero por ahora sólo baste decir que siento un cariño inconmensurable por ella y algunos miembros de su familia. Por lo mismo, al poco llegar, fui a verla. Vive a casi 20 minutos con dirección a la Cordillera desde la casa de mis amigos y esperaba verla más repuesta ya que mi madre había viajado antes que yo para saber de su salud y cuidarla, si era necesario. En el fondo, yo creo que con lo que les dije ya se imaginan que nada bueno ocurrió: la mamita muy enferma, ambulancia, hospital de Linares, hernia grave, operación de urgencia, Linares sin anestesista, hay que trasladarla a Talca, y un larguísimo etc. Al final, al teléfono:
- ¿Me voy?
- No hijo, quédate allá no más, cualquier cosa te aviso.
Me quedé. Volví a la casa de mis amigos.
Al volver estaba don Hugo. Para las fiestas siempre va a visitar a mis amigos -como yo- con la única diferencia de que yo llego y me mantengo sano, mientras él pasa ebrio. Este año estaba pasado de copas, pero no tanto como otras veces. El caso es que iba a vender un motor de no sé qué cosa, así que me invitaron a su casa para ir a buscarlo. Su casa en camioneta está a 15 minutos aproximadamente, viajando por caminos de tierra hacia el Sur. Los que íban
El ahijado (también, pero de confirmación)
El Pipe, su hermano, entrañable
Javito, otro hermano (y me faltaron dos!!!)
Y por cierto....bueh....don Hugo
Así las cosas, seguimos hasta su casa. Tiene una propiedas extensa y el clima del día hacía que todo pareciera muy hermoso. Las nubes tenían tomado el cielo, comenzaba el atardecer y con él, los colores propios del anticipo del crepúsculo
Ya casi finalizando el día, volvimos a la casa, incluído don Hugo. ¿Qué relación puede tener un día muy bello con los estado de ánimo y particularmente con la salud de una persona que no lo ve?. Precisamente ninguna. Todos sabemos que Septiembre es un mes muy lindo. En el campo, sus atardeceres son maravillosos, y se tiñen de un candor hasta religioso
Y después de esos colores, vi fe.
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