Hace algún tiempo vi la película que Clint Eastwood hizo sobre Charlie Parker. Para quienes no sepan la cinta tiene por nombre "Bird" y es una de sus primeros trabajos como director. Aunque la opinión no sea de lo más objetiva, se trata de una excelente película, particularmente para quienes gustan del jazz. Es el relato de un hombre con un don musical innato y una existencia atormentada por las drogas, cuya existencia y la que lo rodea duele en cada minuto. Quizás mi aversión a los músicos que utilizaban drogas para sus composiciones (pese a lo extraordinarias que fueren) me hizo olvidar rápidamente la música que me ofreció Charlie Parker aquella noche en que aprecié su caracterización Eastwoodeana.
No fue hasta que leí el "On the Road" (En el Camino) de Jack Kerouac cuando me animé por el bop. Cuando vi "Bird" sentí que se trataba de una historia excelente, pero inverosímil, tan lejana. No me conecté con la época, con el personaje. Bird me fue tan interesante y ajena como ver una película de faraones, aunque fuera excelente. No fui capaz de "vivenciar" Bird.
Sin embargo, cuando leí "En el Camino" todo cambió, lo conecté, vi un solo todo: ese mundo desconocido completamente, esa vida de un vagabundo ilustrado y del loco que expide vida, la carretera, el automóvil maltrecho corriendo desaforado por las calles solitarias del desierto, las fiestas y las drogas...todo con música de fondo: el bop.
Entonces fue cuando me topé con este disco. Los dos gigantes del bop unidos en un solo trabajo, haciendo un solo sonido. Fue cuando descubrí los bares oscuros del Oeste de Estados Unidos, la banda de músicos negros seguidos atentamente por el humo incesante de cigarrillos, de sienes sudorosas por horas y horas de música y baile. Puede ver a Dean Moriarty haciendo sus travesuras, bebiendo licor a raudales, gesticulando, hablando, discutiendo. Vi a Sal sentado a su lado observándolo, disfrutando de la fiesta al amanecer, consumiendo drogas, volando con la música, pensando en lo que vendrá, en sus etéreos pensamientos sobre la vida y el futuro. Sobre la inmediatez de las cosas, de la búsqueda frenética que lo ponía cada temporada "en la carretera" con un maniático...Y a estos dos destrozando el saxo y la trompeta sin contemplaciones, a punta de notas, de improvisaciones, de sudor, de drogas, de alcohol, de humo de cigarrillos, de putas baratas, de gente tratando de olvidar la guerra, de olvido, de familias destruidas, de negros tocando bop sin cesar cada noche en el Oeste de resacas y vagabundos, de Sal y de Dean...de un mundo yankee que con todo eso borraba una existencia hasta indigna, de una solución a la soledad, de un desprecio al sueño americano, de los amores furtivos...y lo vi todo sin prejuicios, sin preconcepciones. Dejé que esa maraña me enredara y me tomara por completo. Dejé que el bop me arrollara y me tuviera suplicante, pidiéndole a Bird & Diz, sigan, sigan, sigan...
Y todo eso es "Bird & Biz".
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